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SEMPRONIO (Aparte): Calla, maldito, que te matara Calisto si te oye.
CALISTO: Madre mía, abrevia o toma este espada y mátame.
CELESTINA: ¿Espada, señor? ¡Mala espada mate a quien te quiere mal! Yo te doy vida y te traigo buena esperanza de la que amas.
CALISTO: ¿Buena esperanza?
CELESTINA: Buena, si, pues queda abierta la puerta para otra visita, y antes que recibirá a mí con esta faldarota, que a otra con ropa de seda.
PARMENO (Aparte): Sempronio, ¡Ya no lo puedo aguantar! ¡Y ahora va a por una falda!
SEMPRONIO (Aparte): ¡Te callarías por favor!
PARMENO (Aparte): Esa puta quiere remediar en un solo día, toda la miseria de cincuenta años.
SEMPRONIO (Aparte): Su único problema es ser codiciosa.
CALISTO (Muy agitado): Oh, mi buena madre,¿Qué hacía Melibea? ¿Qué cara te pusoal principio?
CELESTINA: La misma cara que ponen los jabalíes a los sabuesos que los acosan.
CALISTO: ¿Y a esos llamas señales de salud? Mi tormento es cada vez mayor. Dime mi señor a mia, si tu petición tuvo un buen final.
CELESTINA: Yo soy como la abeja, que saca miel de todo lo que toca, de la misma forma he convertido en dulce miel el trato áspero de Melibea. Pues las palabras agrias deMelibea expresan lo contrario de lo que siente.
CALISTO: Ya reposa mi corazón, ya tengo alegría, subamos arriba y me cuentas lo sucedido.
CELESTINA. Subamos arriba.

En la sala de arriba, Calisto da muestras de desvarió.
CALISTO: Siéntate señora y dime que excusa has utilizado para que te permitiera entrar.
CELESTINA. Vender un poco de hilado, la misma excusa que utilice para cazar a másde treinta muchachas con ella.
CELESTINA. Pero ninguna de su linaje y gentileza.
PARMENO (Aparte): Ya está el loco diciendo disparates. ¡Y a ti Sempronio se te cae la baba de oírle decir locuras y mentiras!
SEMPRONIO (Aparte): ¡Venenoso maldiciente!
CALISTO: ¿Qué es esto jóvenes? Estoy escuchando las hermosas palabras que me dan la vida y ustedes no dejáis de murmurar para enojarme.¡Callaos! (a celestina) Dime señora ¿Qué hiciste cuando te quedaste a solas con Melibea?
CELESTINA. Bueno veras, cuando me quede a solas con Melibea.
CALISTO: Oh, bendita suerte la tuya, que has gozado de la compañía de tan elevado ser.
CELESTINA. Como te decía, me quede a solas con Melibea porque su madre se fue a visitar a una hermana que estaba grave, y le hable de un enfermo que esperaba unapalabra de ella para aliviar su dolor. Ella se quedó espantada y cuando mencione tu nombre me mando a callar. Me llamó bruja, alcahueta y mil cosas más y estuvo a punto de despedirme sin más miramientos. Pero conseguí convencerla de que el mal que sufrías era un dolor de muelas, y accedió mansa a mis peticiones.
CALISTO. ¿Y que más decía?
CELESTINA. Que tu pena era un dolor de muelas y que soloquerías de ella una oración para curarte.
CALISTO. ¡Que astuta! ¡Eres única en tu oficio!
SEMPRONIO:(aparte) Fíjate en cómo desvaría, Pármeno, y dime si nuestro amo no está loco.
CALISTO: Calla, desgraciado. Dejad de murmurar a mis espaldas.
CALISTO(Impaciente): ¿Qué conseguiste, madre, cuáles eran tus peticiones?
CELESTINA: Conseguí el cordón que ciñe su cuerpo, y la promesa de una oración asanPatrás, que debo recoger mañana.
CALISTO: Oh, madre, os ruego que me dejéis ver tan alto tesoro.
CELESTINA: Te daré el cordón a cambio de un manto.
CALISTO. ¿Un manto? Y todo lo que tengo.
CELESTINA. Un manto me basta.
PÁRMENO (Aparte) ¡Pero será avariciosa!
CALISTO: ¡Pármeno! Corre a decirle al sastre que haga una falda y un manto del mejor paño flamenco que encuentre
PARMENO (Aparte):¡Eso… eso! Todo para la vieja mentirosa, y a mí que me zurzan.
CALISTO. ¿Qué dices envidioso que no te entiendo? ¡Ve rápido a donde te mando y no te enojes.
PARMENO: Solo digo, señor, que es tarde para que venga el sastre.
CALISTO. Pues que venga mañana. ( a Celestina) Pero tú, señora, enséñame el santo cordón que ciño su cuerpo.
CELESTINA: Aquí tenéis, mi señor, el cordón
(Le...