Apuntes para una historia de las doctrinas constitucionales del siglo XX
CENTRO UNIVERSITARIO ENRIQUE DÍAZ DE LEÓN
MAESTRÍA EN CONSTITUCIONAL Y AMPARO
APUNTES PARA UNA HISTORIA DE LAS DOCTRINAS CONSTITUCIONALES DEL SIGLO XX
Pedro de Vega García
Maestrante: Ramiro Bakulich Gallardo
Doctor: Eduardo Sosa Márquez
Guadalajara, Jalisco; Noviembre de 2013
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LA ETAPA DEL POSITIVISMO JURIDICO
Tomando como punto de partida la inexorable depuraciónmetodológica de los elementos políticos, sociales, históricos y filosóficos que habían condicionado hasta entonces la exposición de la teoría del Estado, aspiró el positivismo a la construcción de una teoría del Estado forjada única y exclusivamente desde el razonamiento jurídico. Para cumplir ese objetivo, fue Paul Laband (un antiguo profesor de derecho civil y derecho mercantil) quien, como buenconocedor de las categorías y los dogmas elaborados por la pandectística1 en la órbita del derecho privado, pretendió trasladar sin mayores esfuerzos esos mismos dogmas, en cuanto categorías de una teoría general del derecho, al ámbito del derecho público. La teoría privatista del negocio jurídico, por ejemplo, adquirió de esta suerte súbita e inesperadamente unas nuevas dimensiones desde las que sepasaba a explicar en términos jurídicos, nada más y nada menos, que el patético dilema entre autoridad y libertad, entre el poder y la sumisión, sobre el que a fin de cuentas había girado desde siempre toda la historia del pensamiento político.
Lo que importa es constatar tan sólo que, admitida la personalidad jurídica del Estado, el Estado, en cuanto persona jurídica, podía interpretarse yacomo sujeto de derechos y deberes capaz de entrar en relaciones jurídicas con los ciudadanos, titulares, a su vez, de obligaciones y derechos recíprocos con relación al Estado.
Como advirtiera Javier Conde (Introducción al derecho político): cabe efectivamente la posibilidad de reconocer la personalidad del Estado y su titularidad de derechos y deberes, pero en ese caso habrá que reconocertambién que el Estado es un poder con mando, y como mandar equivale a imponer a otro la propia voluntad, como mandar es imperium, en sus relaciones jurídicas con los ciudadanos el Estado aparecerá siempre y por necesidad como un poder superior.
Consecuente con esas premisas, su razonamiento se asentaría en tres postulados fundamentales. En primer lugar, en el de la positividad del derecho, que setraducía en el no reconocimiento de otro tipo de normas ajenas a las del derecho positivo. En segundo término, en la asignación al Estado del monopolio de la legislación, lo que equivalía a convertirlo en la única instancia capaz de declarar lo que es derecho y lo que no lo es, de donde surgiría la noción de potestad estatal (Herrschaftsgewalt), y, por último, en la consagración del dogma de lapersonalidad jurídica del Estado, en cuya virtud, por ser persona jurídica, el Estado no sólo es pensable como sujeto de derechos y obligaciones capaz de entrar en relaciones jurídicas con los ciudadanos, sino que, además, sería a él al que habría que otorgarle aquella suprema capacidad de dominio que Bodino consagrara con el nombre de soberanía. La soberanía en cuanto expresión del máximo poder, deldominium absoluto, terminaba atribuyéndose de este modo al propio Estado en cuanto persona jurídica.
Un gran admirador de Jellinek, como fue Orlando, plantearía el problema en todo su dramatismo con las siguientes palabras: al presuponer que el derecho condiciona la misma legitimidad del mando del Estado, y a la inversa, al ser el propio Estado el que declara, sin otra posibilidad, lo que esderecho, éste pierde efectivamente el valor de una norma superior al Estado capaz de someterlo, ya que la no observación de la norma misma por parte del Estado no sería más que una legal modificación del derecho.
Como salida a una contradicción aparentemente insalvable es entonces cuando Jellinek formula su conocida teoría de la autolimitación del Estado. El Estado, que dispone de la facultad...
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