Asad

El futuro de la informaci´n: ¿vamos hacia donde queremos?
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Jes´s M. Gonz´lez Barahona
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jgb@computer.org
Enero de 2003
c 2003 Jes´s M. Gonz´lez Barahona.
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Se otorga permiso para copiar y distribuir este documento completo en cualquier medio si se hace
de forma literal y se mantiene esta nota.
La difusi´n libre de conocimiento y obras intelectuales est´ en la ra´ de la evoluci´nque ha llevado a
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nuestras sociedades actuales. Esta libertad ha fomentado el desarrollo cient´
ıfico-t´cnico, el desarrollo social
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y pol´
ıtico y, en general, el avance del conocimiento de la humanidad. Uno de los hechos que permiti´ esta
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libertad de difusi´n fue tecnol´gico: la imprenta disminuy´ muy notablemente los costes de distribuci´n de
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ciertos tipos deinformaci´n y permiti´ el acceso de grandes capas sociales a producciones intelectuales a las
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que antes ten´ muy dif´ acceso.
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Hoy estamos ante otro cambio tecnol´gico que permite nuevos modelos de distribuci´n con costes a´n
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menores y en condiciones que hace s´lo unos a˜os eran impensables. Si somos capaces de aprovecharlos, las
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posibilidades de producci´n ydifusi´n de conocimiento se incrementar´n de nuevo. Pero el esquema legal y
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con las restricciones impuestas por la propia tecnolog´ pueden hacer imposibles estos cambios. O al menos
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dificultarlos mucho. Por eso es importante, cuando dise˜amos c´mo ser´ el futuro (y lo estamos haciendo d´
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a d´ a golpe de legislaci´n y de tecnolog´ considerar d´nde estamos, y d´nde podr´
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ıamos estar.

De la imprenta a Internet: nuevas posibilidades
Como tecnolog´ la imprenta permiti´ en su momento hacer copias de informaci´n en grandes cantidades1 .
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Teniendo en cuenta los recursos que requer´ la copia a mano, la reducci´n de coste fue tan grande que
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permiti´ una forma de difundir el conocimiento completamente nueva. A su alrededor, con elpaso de los
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siglos, se cre´ toda una arquitectura legal y social, que no ha cambiado sustancialmente desde hace 200 a˜os2 .
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Cuando han ido apareciendo nuevas tecnolog´ para la reproducci´n de informaci´n (el fon´grafo, el cine, el
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ıdeo) se ha adoptado para ellas el mismo modelo legal usado para la imprenta (cuyo n´cleo es la legislaci´n
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sobre propiedadintelectual). Y lo mismo ha ocurrido con la aparici´n de la inform´tica y los programas de
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ordenador (que al fin y al cabo no son sino otro tipo de informaci´n que se puede reproducir a bajo coste en
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grandes cantidades)3 .
Sin embargo con el paso del tiempo, y de forma especialmente acelerada en los ultimos a˜os, somos testigos
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de un cambio cualitativo. Ya no s´lo es posible editar conbajos costes grandes cantidades de una misma
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informaci´n, sino que podemos hacer copias de casi cualquier tipo de informaci´n, en cualquier cantidad
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(desde un solo ejemplar hasta decenas de millones), y colocarla en cualquier parte del mundo, con un coste
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ıculos (al menos para los est´ndares del mundo rico). Nunca antes un autor hab´ tenido la oportunidad
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de que su obra est´literalmente al alcance de decenas de millones de observadores (lectores, espectadores,
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oyentes) potenciales, repartidos por todo el planeta, pr´cticamente sin coste para ´l4 . Por supuesto, luego los
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1 En realidad, permiti´ obtener muchas copias impresas a partir de un original dado. La composici´n del original y la maquinaria
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necesaria para realizar las copias continuaronsiendo relativamente caros. Adem´s, cuando se trata de la difusi´n de informaci´n,
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hay que tener tambi´n en cuenta el coste de ponerla en el sitio donde est´n sus consumidores potenciales. Este coste no fue
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modificado por la imprenta, si bien los avances en transporte s´ han tenido un fuerte impacto reductor sobre ´l.
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2 El n´ cleo legal de esta arquitectura es la legislaci´n...