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SIRIA
El debate sobre la probable intervención militar de Estados Unidos en Siria se profundiza. El presidente Barack Obama ha optado por consultar al Congreso de los Estados Unidos para que le autorice una acción militar derivado del uso de armas químicas por parte del régimen de Bashar al-Assad en contra de ciudadanos sirios.
Las pruebas y los videos que han sido difundidos muestran laatrocidad ocurrida, pero no motivan a una operación militar ni a la mayoría del Congreso ni a la mayoría de la comunidad internacional, quienes se han mostrado cautelosos y hasta reticentes en apoyar el caso expuesto por el presidente Obama.
De los integrantes permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sólo Francia ha apoyado abiertamente la decisión de una represalia militar sobre elgobierno sirio. Más que el dudar de las pruebas sobre la culpabilidad del régimen de al-Assad, la pregunta en la arena internacional es si existen otras opciones que no impliquen el uso de más violencia y destrucción. No es sólo ir y bombardear. Las lecciones del pasado han dejado claro que se tiene que visualizar más allá del momento cuando se decide asumir un ataque militar como el que seplantea. Además, el mundo ya no cuenta con el mismo escenario geopolítico ni económico que existía cuando la comunidad internacional respaldó al gobierno de Estados Unidos en su guerra contra el terrorismo.
Por su parte, Estados Unidos ya no es el mismo tampoco. En el Congreso una buena parte de los representantes no se cuestionan si Bashar al-Assad es culpable del uso de armas químicas, lo que secuestionan es distinto y válido: ¿por qué Estados Unidos tiene que actuar como el líder moral del mundo? ¿Por qué sólo Estados Unidos tiene que usar la fuerza contra al-Assad? ¿Qué no existen otros caminos o alternativas más que el uso rudimentario de la fuerza? El debate no es menor y los cuestionamientos hacen replantear la forma en que Estados Unidos se percibe no desde fuera hacia adentro, sinodesde adentro hacia fuera.
Ahora bien, el presidente Obama dijo el viernes que si existieran otras alternativas estaría abierto a ellas. Hoy lunes se presentará en las cadenas de televisión y el martes dirigirá un mensaje a la nación. Como hombre de Estado sabe que tiene la facultad y en ocasiones la obligación de usar el poderío militar para salvaguardar la seguridad y los intereses de EstadosUnidos. No se trata de un asunto personal, la situación plantea disyuntivas altamente complejas y de consecuencias irreversibles.
Los días pasan y después del insípido viaje a San Petersburgo a la Cumbre del G-20 y ante la falta de apoyo internacional y local, el presidente pudiera cambiar la intervención militar por otro tipo de solución al conflicto sirio, algo que luce altamente improbable. Perosi ocurre, si Obama no usa la fuerza militar y si la fuerza política para impedir que el régimen al-Assad continué utilizando armas químicas y poniendo en peligro no sólo a los sirios sino al Medio Oriente y el resto del mundo, estaríamos hablando de un logro comparable con el regreso de los buques soviéticos durante la llamada Crisis de los Misiles que lideró el presidente John F. Kennedy en sutiempo y que salvó al mundo de un conflicto nuclear entre las dos potencias de entonces.
Estamos atestiguando un conflicto complejo. No existen caminos simples, sin embargo ya no debe tratarse de supremacía sino de encontrar nuevas alternativas para solucionar los conflictos que existen y seguirán existiendo. Pero ante todo de evitar la guerra, violencia y exterminación entre seres humanos. ¿Seráposible que sólo así podamos resolver los conflictos y vencer los males? En este momento de incertidumbre, los cuestionamientos cobran sentido y las respuestas serán definitorias.

BOUDOU
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