astenosfera

¿Existe la astenosfera ?
¿Es necesaria para explicar o entender la teoría de la Tectónica de Placas?.
Durante años se ha afirmado que en el interior de la Tierra, a 100 kilómetros de profundidad,
existía una franja llamada ASTENOSFERA, que, por su baja viscosidad, explicaba el
movimiento continuo de los continentes dentro de la teoría de la Tectónica de Placas.
Pero...¿y si no existe...?¿Cómo movemos los continentes...?. Sin astenosfera, ¿sigue siendo
válido el principio de la isostasia? ... los siguientes apartados intentan dar una respuesta a estas
cuestiones.
Para dar una respuesta a todos estos interrogantes, Francisco Anguita (profesor de la
Universidad Complutense) nos presenta un artículo “retocado por el profe de ciencias”, en el
que nos ayuda a comprender la historia dela astenosfera y de paso de como funciona el método
científico.
El nivel que "hacía falta":
En 1914, el geólogo norteamericano Joseph Barrell propuso, para explicar el equilibrio
isostático, dividir la Tierra sólida en dos zonas: una rígida de unos 100 km de grosor, y otra
plástica bajo ella. Barrell, sugirió los términos de litosfera ("esfera de roca") y astenosfera
("esfera débil") paraestas dos unidades. La astenosfera de Barrell no tenía límite inferior, ya
que a principios de siglo el conocimiento del interior de la Tierra era muy limitado.
En la década siguiente (1926), el sismólogo alemán Beno Gutenberg propuso que la velocidad
de las ondas sísmicas decrece cuando éstas atraviesan la zona entre 100 y 200 km, y atribuyó
este efecto a un descenso en la rigidez del materialen esta zona. Pero la mayoría de los
especialistas consideraron sus pruebas insuficientes. Así, la idea de una zona de baja velocidad
sísmica quedó ignorada hasta los años 60. En 1962, el geofísico Don Anderson presentaba sus
propias pruebas, basadas en los ensayos nucleares subterráneos de los años 50: “Las explosiones
nucleares subterráneas hicieron posible por fin una prueba experimentalcontrolada del
análisis de Gutenberg. El tiempo, la energía y la localización de las explosiones se conoce con
tal precisión que un solo ensayo proporciona datos de una calidad excelente, Visto en detalle,
el nivel de baja velocidad se extiende desde unos 60 hasta unos 250 km. Estudios de las ondas
superficiales han demostrado por vez primera, que el nivel de baja velocidad está presente
tantobajo los océanos como bajo los continentes. Indican que esta capa es de hecho un
fenómeno global. Este trabajo demuestra que la zona de baja velocidad es necesaria para
explicar las frecuencias observadas”. A continuación Anderson reconoce que aún queda mucho
por explicar: “La comparación de las trayectorias sísmicas oceánicas con las continentales
muestra que las ondas se deceleran más bajolos océanos”.
Los sismólogos siguieron buscando el nivel universal de baja velocidad sísmica a lo largo de
toda la década de los 60. Los párrafos siguientes, tomados del Documento de Hales y Bloch, en
1969, demuestran que la empresa no era nada sencilla. “De modo que parece que, por los datos
de ondas de superficie, debería haber un nivel universal de baja velocidad de las ondas P. Es
posibleque no se observe por que las capas de baja velocidad en las áreas cratónicas [zonas
continentales más antiguas], sean muy finas y escapen a la detección por ese motivo”.
Queremos destacar el debería haber, porque creemos que refleja un intento subliminal de forzar
los datos de forma que encajen con la hipótesis de trabajo.
Esta deformación de la realidad llega a su colmo poco después. En1972, y en la prestigiosa
revista Tectonophysics, el geofísico norteamericano Antón Hales llega a decir “Sin embargo, me
arriesgo a pronosticar que los estudios subsiguientes mostrarán que la zona de baja velocidad
es un rasgo general y necesario del manto superior”. Una afirmación nacida, sin duda, de la

desesperación. Y una apuesta perdida: en 1981, el mismo Hales escribe en un tono...