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Los mártires no pasan por el purgatorio
El proceso de beatificación de Gabriel García Moreno está estancado. Primero hay que declararlo ‘mártir’ por haber entregado su vida a Dios.

Desde profecías formuladas en 1599 que predicen que el Ecuador tendrá “un Presidente de veras católico y de veras varón de carácter, a quien Dios nuestro Señor le dará la palma del martirio en la plaza en cuyositio está mi convento”, hasta milagros atribuidos a García Moreno -“pasan de 260 los favores concedidos a los que han acudido a su intercesión”-son algunos de los argumentos que para sustentar la causa esgrimen los devotos del expresidente ecuatoriano asesinado el 6 de agosto de 1875.
La idea de “llevar a cabo el proceso de mártir para la canonización” comenzó a sonar pocos años después de sumuerte. En 1907, monseñor Manuel M. Pólit fue recibido por el papa San Pío X, quien le dijo: “Es preciso que los ecuatorianos introduzcan la Causa de Beatificación... Nunca encontrarán ustedes un Papa y Colegio Cardenalicio, como los actuales, tan deseosos de conferir el honor de los altares a vuestro héroe”.
Sin embargo, las “circunstancias políticas anticristianas” que, a decir de Pólit, imperabanen aquella época de gobiernos liberales, desalentaron proseguir la idea que, no obstante,continuó latiendo entre los devotos del expresidente. Al conmemorase los cien años de su nacimiento, en 1921, la Iglesia Católica impulsó varios homenajes. En 1923, Julio Tobar Donoso publicó el libro ‘García Moreno y la Instrucción Pública’.
En 1925, el jesuita francés J. Legohuir escribió el tomo II de su‘Historia de la República del Ecuador’ dedicado casi exclusivamente al ‘Presidente Mártir’. En 1939, el jesuita Gómez Jurado escribió los fascículos ‘Hércules Cristiano’ y ‘Abanderado del Corazón de Jesús’. También ese año comenzó a escribir el primero de los 13 tomos dedicados al expresidente, al tiempo que “suplicaba a Carlos María de la Torre, arzobispo de Quito, instaurase la causa”.Asesinato
En esta fotografía, que reposa en los archivos de la Subsecretaría de Cultura, se ve al cuerpo del expresidente luego del asesinato del 6 de agosto de 1875.
Ese mismo año dicho prelado constituyó una comisión “que tendrá por fin recoger todos los documentos relativos a la muerte y causa que la motivó, o la fama antigua de martirio del Dr. García Moreno…”. En 1940, el argentino M. Gálvezpublicó una obra sobre G. Moreno “en páginas muy elogiosas al Héroe”.  En 1941, el norteamericano R. Pattee publicó la “biografía de nuestro superhombre”.
En 1942, Gabriel Cevallos García publicó ‘Entonces fue el Ecuador’, libro “encomiástico a G. Moreno”. En fin, decenas de obras sobre el expresidente se han escrito hasta nuestros días: unas, abiertamente apologistas, otras, esperando se eternice en elaverno, y otras, intentando una imposible objetividad.
Quienes impulsan la idea sostienen que G. Moreno es un mártir que murió defendiendo la fe. En su obra ‘Vida del hombre que honra al hombre’, Gómez Jurado argumenta que el asesinato fue dispuesto por Bizmark; afirma que G. Moreno era mal visto por la Francmasonería y cita al redentorista J. Quignard: “Bismark encomendó a las LogiasSudamericanas el cuidado de libertar al mundo de este importuno censor de sus grandes obras. El decreto de asesinato, firmado en Berlín al comienzo de 1875, fue ejecutado en Quito por bandidos asalariados por el oro del Perú”.

Imágenes
Las imágenes religiosas de García Moreno abundan.
Gómez Jurado también alude a R. Nocedal: “Tres veces decretaron las Logias inútilmente su muerte… Por toda Europacorría la noticia de tal decreto”. Agrega que a mediados de 1875 el franciscano B. Moner afirmaba que uno de sus fieles le había dicho que: “La Logia de Alemania, de común acuerdo con la de Lima, había enviado a Guayaquil 6 000 pesos, a fin de que se repartieran entre los descontentos de G. Moreno, y que por todos los medios posibles se procurase su asesinato”.  
Gómez Jurado también menciona una...