Beagle


Por Felipe Betancour, Camilo Calderara y Juan Vera
Esa noche en la escuadra chilena no se escuchó el zafarrancho de combate, que fue reemplazado por un mensaje del almirante Raúl López, quien con una copa de vino en la mano y en un ambiente de paz momentánea, acompañó con estas palabras, “si bien el año 78 nos exigió estar muy lejos de nuestras familias y de nuestros amores, nos permitió elprivilegio de estar muy cerca de la gloria”, les dijo a sus soldados el almirante, según contó al programa Informe Especial. Este era el fin de una guerra que no alcanzó a ser guerra, pero que si dejó varias secuelas en el camino.
Dos años antes, cuando aún no amanecía en la Argentina y el reloj marcaba las 6:45 de la mañana del 24 de marzo de 1976, el pueblo argentino se despertaba con sus callesllenas de tanques, camiones y autos militares con la noticia que el ejército había derrocado a la presidenta Isabel de Perón. De ahí en adelante, comenzaría el calvario para miles de jóvenes.
El escenario de los últimos días del marzo argentino era muy similar a lo vivido en Chile tres años atrás, cuando el presidente Salvador Allende era víctima de un golpe de estado por parte las fuerzasmilitares del país, el día 11 de septiembre. Así, en 1976 Chile y Argentina eran gobernadas por sus organismos militares.
Desde aquel día solo transcurrieron tres meses para que la milicia argentina comenzara a reclutar adolescentes; que hasta entonces solo sabían de jugar al fútbol con sus amigos y comidas con la familia, para enviarlos a hacer entrenamiento militar, sin saber lo que vendríadespués. Pasaron casa por casa, revisaron cada rincón, e incorporaron a sus filas a todos los jóvenes que encontraron, quienes en su mayoría, tenían 16 años.
El motivo de toda esta movilización era el plan de la nueva junta militar argentina, reconocida como el Proceso de Reorganización Nacional, que buscaban la soberanía en un grupo de islas ubicadas al sur de Tierra del Fuego, que siempre habían estadoen disputa, pero legalmente pertenecían a Chile, estas son Picton, Nueva y Lennox.
En la inocencia de su juventud nunca pensaron en participar de un conflicto bélico contra Chile. El año 1976 simplemente los arrancaron de sus hogares a los primeros jóvenes, les informaron que estaban reclutados y los trasladaron a San Salvador de Jujuy, al norte del país, al regimiento número 20 de Infanteríade cazadores de los andes.
Desde ese momento la vida de los jóvenes argentinos dio un cambio radical. El Presidente de la asociación de veteranos del conflicto del Canal de Beagle, Luis Acosta, quien solo tenía 16 años en ese entonces lo resume como una “tortura constante”. Dejaron de ser adolescentes y pasaron a ser soldados, maquinas preparadas para matar. La preparación fue terrible,sufrieron frio, hambre y jornadas enteras en el calabozo de campaña, además soportaron distintos tipos de torturas por parte de sus propios coroneles. Una de las tantas torturas conocida como el “estaqueamiento” consistía en que los jóvenes eran amarrados a estacas de pies y manos con la mirada hacia el sol aguantando todas las condiciones de un clima adverso, esto para alistarlos psicológicamente altormento de bandos enemigos si es que eran capturados y no entregar ningún tipo de información a los chilenos.
Luego de pasar jornadas bajo el sol, en la noche el entrenamiento continuaba. Los regimientos aledaños se reunían para recrear una situación de guerra. Con armamento de fogueo y vehículos patrullando la zona, combatían toda la noche. Aunque parecía solo un ejercicio, si algún soldado eracapturado por una unidad enemiga este sería torturado como si fuera un conflicto de verdad.
Llegó Agosto de 1978, el fingido servicio militar obligatorio había concluido para los jóvenes soldados que con alegría regresaban a sus hogares luego de dos años de instrucción militar. Dicen que después de la tormenta viene la calma, pero esta calma duro solo 24 horas. Con la noche ya avanzada y de un...