Becquer Gustavo Adolfo Historia de una mariposa y de una araña

Páginas: 7 (1677 palabras) Publicado: 16 de octubre de 2015
Historia de una Mariposa y de
una Araña
Gustavo Adolfo Bécquer

Después de tanto escribir para los demás, permitidme que un día
escriba para mí.
En el discurso de mi vida me han pasado una multitud de cosas sin
importancia que, sin que yo sepa el porqué, las tengo siempre en la
memoria.
Yo, que olvido con la facilidad del mundo las fechas más
memorables, y apenas si guardo un recuerdo confuso ysemejante al de un
sueño desvanecido de los acontecimientos que, por decirlo así, han
cambiado mi suerte, puedo referir con los detalles más minuciosos lo que
me sucedió tal o cual día, paseándome por esta o la otra parte, cuanto se
dijo en una conversación sin interés ninguno tenida hace seis o siete años,
o el traje, las señas y la fisonomía de una persona desconocida que
mientras yo hacía esto olo de más allá, se puso a mi lado, o me miró o le
dirigí la palabra. En algunas ocasiones, y por lo regular cuando quisiera
tener el pensamiento más distante de tales majaderías, porque una
ocupación seria reclama mi atención y el empleo de todas mis facultades,
acontece que comienzan a agolparse a mi memoria estos recuerdos
importunos y la imaginación, saltando de idea en idea, se entretiene enreunirlas como en un mosaico disparatado y extravagante.
A veces creo que entre tal mujer que vi en un sitio cualquiera, entre
otras ciento que he olvidado, y tal canción que oí mucho tiempo después y
recuerdo mejor que otras canciones que no he podido recordar nunca, hay
alguna afinidad secreta, porque a mi imaginación se ofrecen al par y
siempre van unidas en mi memoria, sin que en aparienciahalle entre las
dos ningún punto de contacto.
También me sucede dar por seguro que un hombre determinado, a
quien apenas conozco, y que sin saber por qué, lo tengo a todas horas
presente, ha de ejercer algún influjo en mi porvenir, y me espera en el
camino de mi vida para salirme al encuentro.
De estas fútiles preocupaciones, de estos hechos aislados y sin
importancia, me esfuerzo en vano cuandoasaltan mi memoria en sacar
alguna deducción positiva; y digo en vano, porque si bien en ciertos

momentos se me figura hallar su escondida relación, y como oculto tras la
forma de mi vida prosaica y material, me parece que he sorprendido algo
misterioso que se encadena entre sí y con apariencias extrañas, o
reproduce lo pasado o previene lo futuro, otros, y éstos son los más
frecuentes, después dealgunas horas de atonía de la inteligencia práctica,
vuelvo al mundo de los hechos materiales y me convenzo de que, cuando
menos en ocasiones, soy un completísimo mentecato.
No obstante, como tengo en la cabeza una multitud de ideas
absurdas que siempre me andan dando tormento mezclándose y
sobreponiéndose a las pocas negociables en el mercado del sentido común,
y como he observado que una vezescrita una y arrojada al público, la
olvido por completo y nunca más torna a fatigarme, voy a ir poco a poco
deshaciéndome de las más rebeldes.
Yo prometo solemnemente que si a mi enferma imaginación le
aprovechan estas sangrías y mañana o pasado puedo disponer de mí
mismo, he de aplicar todas mis facultades a algo más que enjaretar
majaderías, y tal vez mi nombre pase a las futuras generaciones,unido al
de un nuevo betún, unos polvos dentífricos o algún otro descubrimiento o
invención útil a la humanidad.
Entre tanto, sufrid como tantas otras impertinencias se sufren en
este mundo, el relato de dos recuerdos insignificantes: la doliente historia
de una mariposa blanca y una araña negra.
Un día de primavera, un día rico de luz y de colores, de esos en que,
viéndolo todo envejecerse anuestro alrededor, nos admira que nunca se
envejezca el mundo, estaba yo sentado en una piedra a la entrada de un
pueblecito. Me ocupaba, al parecer, en copiar una fuente muy pintoresca,
a la que daban sombra algunos álamos; pero, en realidad, lo que hacía era
tomar el sol con este pretexto, pues en más de tres horas que estuve allí,
embobado con el ruidito del agua y de las hojas de los árboles,...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • Leyendas de Gustavo Adolfo Becquer
  • Rimas De Gustavo Adolfo Bécquer
  • Ápologo Gustavo Adolfo Becquer
  • POEMA DE GUSTAVO ADOLFO BECQUER
  • Gustavo Adolfo Bécquer
  • Gustavo Adolfo Bécquer
  • biografia de Gustavo Adolfo Bécquer
  • Poemas Gustavo Adolfo Becquer

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS