boigfalico

El Presupuesto refleja paradójicamente un gasto público enorme y deficitario, frente a la inexistencia del Estado como tal.
Ya no hablamos ni siquiera del Estado Mínimo o Gendarme, sino de la desaparición del Estado (el que fuera previamente de-construido o desinventado) y no cumple casi ninguno de los postulados enunciados del bien.
El problema se centra más en la ineficiencia del gasto queen su magnitud, ya que todas las teorías acerca del tamaño del Estado evidencian que ninguna de ellas dan solución al interrogante acerca de qué dimensiones debería tener el Sector Público.
se puede afirmar que no existen verdades absolutas ni comprobadas en esta materia del “gasto público”solemos leer o escuchar, justamente porque se confunde el “genuino” con otras utilizaciones.
En cuanto a laotra vertiente de la actividad fiscal, los recursos tributarios, la recaudación a cuya escasez se refiere O’Neill, recordamos la conocida definición de que los impuestos son el precio que los ciudadanos de un Estado deben pagar, por el hecho de vivir en una sociedad civilizada.
El elevado porcentaje de la economía informal, el alto grado de evasión, la falta de una adecuada fiscalización.
Pero aesto se agrega lo que entendemos como la justicia por mano propia, tributaria, que es a lo que apunta la rebelión fiscal.
Partimos de un sistema tributario con el cual podemos no estar de acuerdo, pero que se acataba, en el sentido legal, aunque con un alto nivel de evasión e incumplimiento por diversas causas que escapan al presente trabajo.Por lo tanto existe una responsabilidad cívica y moraldel pago de los impuestos, frente al sistema tributario legal vigente.
La expresión de O’Neill, ya que la ausencia de civismo, traducida en el no pago de los impuestos.
Se debe exigir de los gobernantes en este doble aspecto recaudatorio-erogatorio: responsabilidad, competencia, absoluto desinterés (el que dirige es el primero en servir), honestidad, espíritu de justicia y solidaridad.
en lapráctica, pueden aparecer algunos eximentes morales que justifiquen suficientemente el impago de una fracción de los impuestos Si realmente existen eximentes morales el impago no es defraudación sino la aplicación de un derecho lesionado.
Lo dicho anteriormente con carácter general es igualmente aplicable a personas físicas y jurídicas, concretamente también a las empresas económicas las empresasestán obligadas a pagar los justos impuestos, como contribución necesaria al bien común nacional, y a cambio de los beneficios que la empresa recibe de la sociedad.
a) Impuestos excesivos: también pueden darse situaciones de impuestos excesivos a las empresas. Esto ocurre cuando:
1) Los impuestos son tan fuertes que tienden a abolir la propiedad privada.
2) Las cargas fiscales, objetivas osubjetivamente injustas, impiden pagar unos salarios mínimamente dignos a los trabajadores.
3) Los impuestos dificultan la capitalización indispensable para mejorar la situación de ciertas empresas.
4) El Estado, a través de las autoridades públicas, actúa de modo partidista o arbitrario frente a determinadas empresas o sectores económicos.
las empresas han de mirar con suma prudencia losposibles eximentes morales al pago de impuestos derivados de leyes formalmente injustas o injustas en su aplicación.
la empresa puede acogerse al modo de amortización legal más rentable, y demás ventajas o desgravaciones fiscales, las cuales, en buena ley, han de responder al bien común de la sociedad.En cambio, si la ley permitiera situaciones claramente injustas, mediante subterfugios legales podríacubrirse la obligación jurídica.
b) Veracidad en la contabilidad en las declaraciones fiscales: La veracidad en la contabilidad de las empresas no es sólo una condición necesaria para la efectividad de ese instrumento de control económico-financiero, sino también una exigencia ética y jurídica. En concreto, la falsedad en las operaciones contables, si se trata de disminuir el volumen total de...