Cali Historia desde un empedrado

Con algarabía y bendiciones del sacerdote Juan de Ocaña nació la ciudad de Cali en la falda del cerro de las Tres Cruces, donde se alzaban unos cuantos ranchos con techos de paja. A Sebastián de Belalcázar se le hinchaba el pecho de bautizar al nuevo caserío junto a las caudalosas y cristalinas aguas del río Cali, que corrían en aquel 25 de julio de 1536.

Fue ante la mirada de mil indígenasyanaconas y de un centenar de españoles que la ‘Sucursal del Cielo’ empezó a crecer hace 473 años, entre caminos pedregosos y una plaza que hoy conserva aquella arquitectura colonial, ubicada entre la Sociedad de Mejoras Públicas y la Iglesia La Merced.

Con esas mismas piedras del río tutelar se fueron trazando las calles de los primeros barrios desde la Carrera Cuarta, pasando por losalrededores de la actual Catedral de San Pedro Apóstol, hasta llegar a la hoy congestionada Carrera 15. Era el límite oriental de una ciudad de pocos moradores.

Todas esas incipientes calles eran transitadas a paso de mula y caballo por los 5.690 habitantes que se contabilizaban en 1787. Así lo revela un documento realizado por investigadores de la Academia de Historia del Valle para la Alcaldía de Cali.Todos vivían en tan sólo dos barrios: el Alto Sano o El Empedrado, y el Bayano. El primero se localizaba en los alrededores de La Merced y la Catedral, y el segundo es lo que hoy se conoce como San Nicolás.

Según los historiadores, el nombre de Bayano proviene de unos yanaconas que llegaron de una región que existía en Perú llamada Bayas. El presidente de la Sociedad de Mejoras Públicas,Nicolás Ramos, señala que esos nativos procedían del país vecino porque venían acompañando a Belalcázar en su travesía de conquistador.

En el Siglo XVIII, el crecimiento de Cali, aunque iba a paso lento, le daba otra cara a la ciudad. Los límites ya alcanzaban lo alto de una colina del oeste con una iglesia solitaria. Era San Antonio, en cuyos alrededores no había indicios de que allí selevantaría el tradicional barrio caleño.

Continuaron los cambios y en el año 1886, el viejo Bayano, entre las calles 15 y 25, tomó el nombre de San Nicolás. La ermita de San Nicolás de Mira fue reemplazada por la iglesia del mismo nombre, al tiempo que estaba terminada la iglesia de San Francisco.

Alejandro Rojas y Julián Benítez, conocedores de la historia de San Nicolás, cuentan en una coleccióndel Archivo Histórico que en casas de bahareque y de hojas de palma vivían algunos indígenas y también, cuanta persona llegaba de Cauca, Nariño, Caldas o Antioquia, entre artesanos, zapateros y sastres, además de uno que otro judío. En cambio, en El Empedrado, se concentraba la clase señorial en viviendas con soberados (cielo raso) de cañamenuda y con puertas y ventanas de madera.

En ese períodoel nombre de El Empedrado fue desapareciendo con la conformación del barrio San Pedro. Manuel J. y Fernando Montoya le suman a la historia del Archivo Histórico que en el céntrico barrio “bajando por la Calle Trece estaba el Bar Gambrinus, donde se tomaba sifón, tinto, cerveza, se comían pasteles de carne y era el sitio preferido para la tertulia de los caleños. Enseguida se encontraba el almacénPiñeros & Gómez, Pigomez, que vendía artículos de lujo como lámparas, los famosos radios ingleses Pay Murphy; seguían luego las propiedades de la familia Böhmer. Por la misma acera, al frente estaba la casa de dos pisos de los Velasco Borrero, donde funcionaba la ferretería alemana Helda”. El relato continúa con la sorpresa que se llevaron los nuevos dueños de este predio, cuando lo remodelabanpara que fuera ocupado por otra ferretería. Casi se van de espaldas al toparse con una guaca con algunas piezas de oro.

Cuando se acercaba el Siglo XX, el occidente de Cali se extendía desde el descenso de San Antonio, con la primera callejuela, llamada Calle de la Vuelta de la Acequia, según lo relata el investigador Édgar Vásquez. Cuenta que había pocas cuadras hacia el sur, la Calle Segunda...