Camus El Hombre Reblede 1953
í
ALBERT
CAMUS
EL HOMBRE
REBELDE
Traducción de*
La is E c h á v a r r i
Novena edición:
EDITORIAL LOSADA, S. A.
BUENOS
AIRES
T ítulo original:
L ’homme révolté
Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723
Marca y características gráficas registradas
en la Oficina de Patentes y Marcas de la Xación
Buenos Aires, 1953
Novena edición: 29- V IH -1978Ilustró la tapa
S il v io B
ald essari
IMPRESO E X LA ARGENTINA
P R IX T E D IX A R G EX T IX A
Este libro se terminó de imprimir
el día 29 de agosto de 1978
en Im p r e n t a de l o s B u e n o s A y r e s , s. a.,
Rondeau 3274, Buenos Aires, Argentina.
La edición consta de ocho mu ejemplares.
Y abiertamente consagré mi corazón a la tierra grave y doliente, y con frecuencia, en ia nochesagrada,
le prometí que la amarla fielmente hasta la muerte,
sin temor, con su pesada carga de fatalidad, y que
no despreciaría ninguno de sus enigmas. Así me li
gué a ella con un lazo mortal.
H ö ld e r lin :
La M u e r te de Em védoclcs.
INTRODUCCIÓN
Hay crímenes de pasión y crímenes de lógica. La fron
tera que los separa es incierta. Pero el Código Penal los
distingue, bastante cómodamente, porla premeditación. Es
tamos en la época de la premeditación y del crimen perfecto.
Nuestros criminales no son ya esos muchachos desarmados
que invocaban la excusa del amor. Por el contrarío, son
adultos, y su coartada es irrefutable : es la filosofía, que
puede..servir. para todo, hasta para convertir a los asesinos
en jueces*.
Heatchcliff, en Cumbres borrascosas, mataría a la tierra
entera paraposeer a Cathie, pero no se le ocurría la idea
de decir que ese asesinato es razonable o está justificado
por el sistema. Lo realizaría y ahí termina toda su creencia.
Eso supone la fuerza del amor y el carácter. Como la fuerza
del amor es rara, el asesinato sigue siendo excepcional y
conserva entonces su aspecto de quebrantamiento. Pero des
de el momento en que, por falta de carácter, corre enbusca
de una doctrina, desde el instante en que el crimen se razo
na, proliféra como la razón misma, toma todas las formas
del silogismo. Era solitario como el grito y he aquí que
se hace universal como la ciencia. Ayer juzgado, ahora dicta
leyes.
Nadie se indignará por ello. El propósito de este ensayo
es, una vez más, aceptar la realidad del momento, que es el
crimen lógico, y examinarprecisamente sus justificaciones:
esto es, un esfuerzo para comprender mi tiempo. Se esti
mará, quizá, que una época que, en cincuenta años, desarrai
ga, avasalla o mata a setenta millones de seres humanos
debe solamente, y ante todo, ser juzgada. Pero es necesario
que se comprenda su culpabilidad. En las épocas ingenuas
en que el tirano arrasaba las ciudades para su mayor glo
ria, en que el esclavoencadenado al carro del vencedor des
filaba por las ciudades en fiesta, o el enemigo era arrojado
a las fieras ante el pueblo reunido, la conciencia podía
ser firme y el juicio claro ante crímenes tan cándidos.
Pero los campos de esclavos bajo la bandera de la libertad,
las matanzas justificadas por el amor del hombre o el gusto
de la sobrehumanidad, dejan desamparado, en un sentido,
el juicio. Eldía en que, por una curiosa inversión propia
de nuestra época, el crimen se adorna con los despojos de
la inocencia, es a la inocencia a quien se intima a justifi
carse. La ambición de este ensayo consiste en aceptar y
examinar ese extraño desafio.
Se trata de saber si la inocencia, desde el momento en
que actúa, no puede dejar de matar. No podemos actuai
sino en el momento que es nuestro, entrelos hombres que
nos rodean. No sabremos nada mientras no sepamos si te
nemos el derecho de matar a ese otro que está ante nosotros
o de consentir que lo maten. Puesto que toda acción desem
boca hoy en el asesinato, directo o indirecto, no podemos
obrar antes de saber si, y por qué, debemos dar la muerte.
Lo importante no es, pues, tampoco remontarnos a la
raíz de las cosas, sino, siendo el...
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