Capítulo Novela Lengua 1 Bach

Perfectamente imperfecto

O aquel día en que no parábamos de volcar la canoa en el descenso del Sella…
¡Ah, sí! ¡Cómo olvidarlo! ¿Y qué me dices de aquella noche en la que nos perdimos por el montey cualquier ruido era una bestia queriendo comernos?
No, no, más bien, ¿qué me dices de aquella noche en la que nos escapamos a la playa?
Ja, ja, ja, brutal, sin palabras… ¿y aquella tarde en laque…)

Y seguíamos allí sentadas, tras más de una hora. Seguíamos ancladas a aquel banco de aquel parque que, paradójicamente, nos había unido hacía ya más de trece años. Ancladas a un sinfín de recuerdosque aunque siendo una atadura, nos permitían cualquier cosa menos permanecer inmóviles.
Cada uno de las reacciones, de los gestos, tenían que volver a ser interpretados. Cada uno de esos momentosmerecía la pena volver a ser vivido. Pero no me malinterpretéis, no sólo los buenos, también los malos. Porque si de algo habíamos aprendido hasta aquellos precoces dieciséis años, hasta aquellos trececomo mejores amigas, había sido de todos esos momentos no tan buenos…

Era una tarde muy soleada de junio. Estábamos a punto de acabar el curso y aunque repletas de exámenes, nuestra concentraciónestaba muy distante de tantos y tantos temas pendientes por estudiar. La noticia de que se tenía que marchar a estudiar durante diez meses a estudiar a EE.UU. ocupaba la mayor parte de mispreocupaciones. Después de una vida juntas, casi como hermanas, era un golpe duro de encajar. Sobre todo, en una etapa tan difícil en todos los aspectos para mí.
Al principio fuealgo muy frustrante, algo difícil de asimilar. No sabía cómo haría sin la que había estado ahí para darme cada uno de los consejos que, aun sabiendo que no seguiría, debía de mencionar. Para la personaque ya tenía preparados los pañuelos antes de saber que iba llorar, para la persona que sabía cómo animarme y conocía más de mí que yo misma.
Precisamente por eso, y porque sabía hacer de cada...