Caratula

Estas vacaciones no fueron de las que más disfruté, debo admitir que tuve mejores. Pero todo tiene su lado positivo, ¿no?.

Mis primeras dos semanas me dediqué a mi trabajo. Mañana y tarde meencontraba entre esas amplias paredes hablando con mis compañeras, comiendo chocolates y tomando gaseosa (siempre y cuando Juana, la dueña, no estuviera), bailando detrás de los mostradores, y, sobre todaslas cosas, cantando a “Poroto”, el futuro hijo de la encargada de la tienda, que pronto estará entre nosotras.
Luego sí pude tomarme mis merecidas vacaciones, en las que pude pasear por Rosario conmis compañeras de facultad, tomar mates con mis queridas amigas de la secundaria (aunque era una odisea encontrarnos porque ellas habían comenzado nuevamente a cursar), juntarme con personas a las queno les pude dar el valor que se merecían durante el año, puesto que siempre tenia miles de cosas que hacer, y pasar tiempo con mi familia, que ya llegaba un momento en que mi mamá me decía “¿Por quéno vas a afuera a ver si llueve?”.
Debo admitir que los peores mates que pude tomar en mi historia los probé en este receso, obviamente porque me daban la pava (era un complot que ayer me fueadmitido) y con mi poca habilidad para cebar, no podía hacer uno sin que le dijeran cosas. Palabras y anécdotas que quedaron para la historia, y que nos hacen reír mucho entre mis amigos.
Las noches mellevaron siempre a cumpleaños y comidas, encontrándome con individuos que con el tiempo había perdido el contacto, que me demostraron que no importaban las distancias: “Siempre estamos unidos”, y deboadmitir que una de las mejores noches que pude vivir, tuvo sitio en Rosario, con esas compañeras que sabia cómo eran por sus relatos, pero nunca creí que fueran tan graciosas cuando lo vivís: “MiraClemente y gonzalito”.

Pero la mejor parte de las vacaciones, sin duda, fue quedarme en casa durmiendo y jugando con mis gatas, ya que tanto tiempo en la calle durante este año, no me permitía...