Carta A Un Padre

CARTA A NUESTRO PADRE EL DIA DE SU JUBILACION Llego el momento en que el tren se paró en la estación numero 65. No parece tan lejos aquel año 1947 cuando tu locomotora empezó a andar por losdiferentes paisajes de la vida y en cada estación anual en la que parabas se llenaba de vagones, todos ellos llenos de un montón de contenidos, a veces imposibles de clasificar. Hoy no solo celebramos tucumpleaños sino también el abandono de un par de container que han llenado gran parte de tu tiempo, por supuesto hablamos de los referentes al trabajo, que marcaron tu vida y las vidas de los que estamosaquí; pues por motivos laborales vimos como mientras reparabas las centrales de teléfonos, también ensayabas los vendajes en nuestros bracitos de 4 años, después de ir a buscarte al botiquín del ClubNáutico, donde comenzaste la andadura sanitaria; 10 años más tarde, nos trajimos acento castellano y un montón de recuerdos (sobre todo el frio y el agua caliente para descongelar el parabrisas ) deuna Palencia ya tan olvidada que parece mentira la cantidad de años que pasamos por aquellos lares, nosotros con los pijamas de franela gorda y tú, con los marianos debajo de los pantalones, para noquedarnos como estatuas de hielo. También hemos visto, como luchabas en los hospitales por impartir tu forma particular de entender la justicia tanto a favor de tus compañeros (léase sindicalismo), comocon aquellos que han tenido la ocasión de que los trataras estando en la cama, donde le dabas siempre el sitio protagonista. Del tema laboral nosotros hemos estado más apartados como es lógico, perosi sabemos que por los distintos sitios que has pasado dejaste tú particular huella. Todos los que te conocen por ese motivo, hablan de tu rectitud, responsabilidad y buen hacer, y sobre todo tusentido del humor para enfrentarte a tu dura jornada diaria que durante muchos años ha llegado a ser de 17 horas. Pero sabes que todo principio tiene su fin, aunque nos resistamos a ello; y en este día...