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Páginas: 8 (1874 palabras)
Publicado: 27 de junio de 2013
1. Contexto: ¿Legitimidad y acción armada?
La discusión sobre gobernanza y en términos más amplios sobre las transformaciones recientes de la regulación política en el mundo contemporáneo ha puesto sobre el tapete la necesidad de revisar los criterios de legitimidad que sostienen una u otra forma de acción política. Con frecuencia, se asume que la caída de lossocialismos reales y con ello la extensión del capitalismo y de algunos de los fines y procedimientos democráticos a diversos espacios de relación social (los servicios públicos por ejemplo) implican por sí mismos, la consagración de la democracia y del consenso como pilares fundamentales de la legitimidad política. De hecho se han extendido y popularizado las críticas a las formas de acciónpolítica que no se desprenden, o por lo menos no directamente, del consentimiento a unas razones formuladas como ideologías o como principios.
Este nuevo contexto profundiza una vieja tendencia, denunciada ya por varios autores, según la cual la “legitimidad” política por excelencia debería desprenderse de la legalidad o de los procedimientos racionales acordados por individuos libres y no demotivaciones emocionales o tradicionales. En efecto, varios autores han llamado la atención sobre el hecho de que el sentido común sobre los criterios de legitimidad política entre funcionarios públicos, analistas y ciudadanos está lleno de imágenes e ideas propias de la tradición política liberal. Tales ideas dan por supuesta una dicotomía insalvable entre “violencia” y “no violencia”, tienden aconsiderar todo uso de la fuerza física como algo “malo y retrógrado”, consideran que una “verdadera” relación política es la que se desprende del consentimiento ideológico y no de la coerción y que la legitimidad política es un asunto de diálogo racional que favorece los cambios graduales. Desde nuestra perspectiva, todas estas extendidas ideas impiden comprender las formas de legitimidad que asume laacción armada y la forma como en torno a ella construyen relaciones políticas los actores armados ilegales y las sociedades regionales. Antes de entrar a describir algunas de esas relaciones conviene caracterizar con mayor detalle la actitud racionalista que sostiene el hábito de pensamiento según el cual la “verdadera” legitimidad política es el resultado de un consenso racional. En esa direcciónse orienta el filósofo político ingles Michael Oakeshott quien ha mostrado que la tendencia racionalista se caracteriza por el menosprecio de la tradición y por la confianza en que la razón es la mejor guía en el ejercicio político, entendida la “razón humana” como un atributo de la especie. El racionalista no puede concebir un problema político para el que no haya una solución racional, y suponeque tal solución es la salida perfecta. El autor señala:
“la profundidad con que la disposición mental racionalista ha invadido nuestro pensamiento y nuestra práctica políticos se ilustra por la medida en que las tradiciones del comportamiento han cedido su lugar a las ideologías, la medida en que la política de la destrucción y creación ha sustituido a la política de la reparación, en que...
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