conde de montecristo
En este momento el Conde de Montecristo se halla con dos jovenes amigos (Franz y Alberto) esperando para ver una ejecución. En ella se supone que morirían dos bandidos:Andrés y Pepino (Rocca Priori), pero de repente un contingente de hombres de la ley interrumpen cuando los dos bandidos estaban siendo llevados a la ejecucion.
[...]El jefe de la cofradía desdoblóel papel, lo leyó y levantó la mano. -El Señor sea bendecido y Su Santidad sea loada -dijo en alta e inteligible voz-; hay perdón de la vida para uno de los reos. -¡Perdón! -exclamo el pueblo a unsolo grito-. ¿Hay perdón? Al oír la palabra de perdón, Andrés pareció saltar y levantar la cabeza. -Perdón, ¿para quien? -gritó. Pepino permaneció inmóvil, mudo y jadeante. -Hay perdón de pena de muertepara Pepino, llamado Rocca Priori -dijo el feje de la cofradía, y paso el papel al capitán que mandaba los carabineros, el cual, después de haberlo leído, se lo devolvió. -¡Perdón para Pepino!-exclamo Andrés, saliendo del sopor en que parecía estar sumido.- ¿Por que perdón para el y no para mi? Debíamos morir juntos, me habían prometido que moriría antes que yo, no tienen derecho a hacermemorir solo, ¡no quiero morir solo, no quiero! Y diciendo esto se agarro a los brazos de los dos sacerdotes, retorciéndose, dando alaridos, rugiendo y haciendo esfuerzos insensatos para romper lascuerdas que le ligaban las manos. El verdugo hizo señal a sus dos ayudantes, que bajaron del cadalso y se apoderaron del reo. -¿Qué ha ocurrido? –preguntó Franz, pues como todo esto se decía en lenguaitaliana, no había comprendido muy bien. -¿No lo adivináis? –dijo el conde-. Ha ocurrido que esa criatura humana que va a morir esta furiosa porque su semejante no muere con ella, y que si la dejasen ledesgarraría con sus uñas y con sus dientes mas bien que dejarle gozar de la vida de que ella misma se va a ver privada. ¡Oh, los hombres!, raza de cocodrilos, como dice Kart Moor –exclamo el conde...
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