Correr O Morir
James Dashner
MAZE RUNNER
CORRER O MORIR
Correr o Morir
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James Dashner
Título original: The Maze Runner Dirección de proyecto editorial: Cristina Alemany Traducción y edición: Silvina Poch
Colaboración editorial: Adriana Cataño Soledad Alliaud María Inés Linares Dirección de arte: Trini Vergara Armado y adaptación de diseño: María Inés Linares Ilustración de cubierta: Marcelo Orsi Blanco (Depeapá
Contenidos) I
a
edición, Septiembre 2010
© 2009 James Dashner O 2010 V&R Editoras
www.vreditoras.com
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ISBN: 9786077547327
Impreso en México • Printed in México
Dashner, James, 1972 Maze runner = Correr o morir / James Dashner; tr. y ed. Silvina Poch.México: V&R
Editoras, 2010. 400 p. Título original: The maze runner ISBN 9786077547327 1. Amnesia — Novela 2.
Cooperatividad — Novela 3. Ciencia ficción 1.1. II. Poch, Silvina, tr.
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Para Lynette. Este libro fue una travesía de tres años, y nunca dudaste.
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Comenzó su nueva vida de pie, en medio de la fría oscuridad y del aire viciado y
polvoriento. Metal contra metal.
Un temblor sacudió el piso debajo de él. El movimiento repentino lo hizo caer y se
arrastró con las manos y los pies hacia atrás. A pesar del aire fresco, las gotas de sudor le
cubrían la frente. Su espalda golpeó contra una dura pared metálica; se deslizó por ella hasta
que llegó a la esquina del recinto. Se hundió en el rincón y atrajo las piernas firmemente contra su cuerpo, esperando que sus ojos se adaptaran a las tinieblas.
Con otra sacudida, el cubículo se movió bruscamente hacia arriba como si fuera el
viejo ascensor de una mina.
Ruidos discordantes de cadenas y poleas, como la maquinaria de una vieja fábrica de
acero, resonaron por todo el compartimento, rebotando en las paredes con un chirrido
apagado y férreo. El oscuro elevador se mecía de un lado a otro durante la subida,
provocándole náuseas; un olor de aceite quemado saturó su olfato, haciéndolo sentir peor.
Quería llorar, pero no tenía lágrimas; no le quedaba más que permanecer sentado allí, solo,
esperando.
Me llamo Thomas, pensó. Eso era lo único que recordaba acerca de su vida. No podía entender lo que estaba ocurriendo. Su cerebro trabajaba perfectamente, tratando de evaluar
dónde se hallaba y cuál era su situación. Toda la información que tenía invadió su mente:
hechos e ideas, recuerdos y detalles del mundo y su funcionamiento. Se imaginó los árboles
cubiertos de nieve, corriendo por un camino tapizado de hojas, comiendo una hamburguesa,
nadando en un lago, el reflejo pálido de la luna sobre la pradera, el bullicio de una plaza de ciudad. Sin embargo, no sabía de dónde venía, cómo había terminado adentro de ese
sombrío montacargas ni quiénes eran sus padres. Ni siquiera tenía idea de cuál era su
apellido.
Imágenes de individuos pasaron fugazmente por su cabeza, pero no reconoció a
nadie, y sus caras fueron reemplazadas por siniestras manchas de color. No guardaba en su ...
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