Crónica

Crónica
Sonó el despertador en punto de las 6 de la mañana y más por inercia que voluntad, despertó Rubén. Tardó unos minutos todavía en incorporarse y meterse al baño para lavarse la cara. Abrióla llave y se miró en el espejo mientras escuchaba el agua irse por el drenaje; aún se veía esa pequeña espinilla que no había desaparecido a pesar de que llevaba una semana usando la crema que su tíale regaló.
Terminaba de rasurarse cuando sonó el timbre y prefirió disminuir el ruido al mínimo para que quien llamaba a la puerta pensara que no había nadie. Se vistió y fue a la cocina a buscaralgo para desayunar; otra vez desayunaba solo, otra vez no había hecho la tarea, otra vez se había acabado la leche. Tomó una mandarina y con desgano la peló para comérsela mientras se servía un vaso deagua. Una vez terminó fue a cepillarse los dientes y notó que se le había hecho más temprano que de costumbre.
Ya sabía que tenía que estar en la estación Pino Suárez a las 7:00 en punto para tomarel metro que pasaba a las 7:15, y esos 15 minutos los empleaba en abrirse paso entre los otros cientos de estudiantes que, como él, se dirigían a sus escuelas. Miró el reloj y vio que aún le quedabancasi 40 minutos antes de ponerse en marcha y seguir su rutina diaria, de modo que regresó a su habitación y encendió su computadora.
Rubén era un muchacho sociable aunque reservado con quienes noconocía. Hacía ya un tiempo que un amigo suyo le comentó acerca de una red social de microblogging a la que ingresó días después; entró y con un dejo de satisfacción descubrió que su número de seguidoresseguía en aumento. Mientras navegaba en su computadora vio el reloj y decidió ponerse en marcha, pues le quedaba el tiempo justo para llegar al tiempo.
Tardó los mismos 7 minutos en cerrar elapartamento y bajar hasta la entrada que todos los días, otra vez caminó esos 120 pasos que lo ponían en la entrada de la estación, otra vez se tardó 15 minutos en llegar a las puertas del metro, otra vez...