Crónica

Sentado sobre la cera y a lado de un diablito de carga se encuentra Juan. Un hombre de tez morena, dientes grandes y ojos cansados. Este muchacho de apenas 20 años llegó el 25 de agosto de la Ciudad de San Martín, en el Salvador.
Como muchos de los migrantes que atraviesan por nuestro país, sólo venía de paso, pero el dinero y la necesidad dieron cambio a su historia. Procedente de una ciudadcon pocos servicios, y con una familia que mantener, Juan forma parte de las decenas de inmigrantes que trabajan en la Central de Abastos de la Ciudad de México.
Durante su trayecto a México, como es sabido, la inseguridad y la violencia le arrebataron a su primo de 17 años. ‘’Veníamos por Chiapas y unos encapuchados nos arrebataron todo, el José no les dio sus 2000 pesos que traía en la bolsay le dispararon, pensé en regresarme, pero perdería la oportunidad de sacar a mi familia a adelante’’.
Durante el viaje sobre La Bestia, Juan vivió cosas que solo había escuchado como historias de terror. En el trayecto, la marcha del convoy fue interrumpida por los miembros de una banda de crimen. Abusaron de una joven que viajaban junto a ellos, intentaron defenderla pero fue inútil.
‘’Miprimo y yo tratamos de defenderlas, solo salvamos a una y a la otra si la violaron, todo el camino las cuidamos, por lo que sé una si llegó a Estados Unidos y de la otra no sé nada’’. Comenta que esta experiencia en el tren, es devastadora ‘’Si se batalla, se batalla para comer, para dormir y sólo se baja uno a comer, pero tienes que estar viendo que no se vaya a ir o te deje’’.
‘’Lo más peligrosoes caerte del tren, de repente ves una para por allá, un brazo, la cabeza por allá o la mitad del cuerpo para un lado. Esto te impacta, te quedas así’’ -hace una mueca de tristeza. A pesar de esta travesía, Juan califica a los policías locales como respetuosos con él y con sus connacionales, aunque ha sabido de varios amigos que estas personas les quitan todo su dinero y de repente ya los dejansin nada.
El joven de cuerpo delgado y sus cabellos rizados, tuvo la fortuna de pasar una noche en la Casa Mambré en Comitán, un albergue que comenzó hace dos años a recibir personas migrantes. Relata que es un espacio donde se quedó a dormir tres noches.
En el año 2012 inició El Programa Conjunto de Migrantes en Tránsito, que comprende actividades promovidas por el Sistema de las NacionesUnidas en México con la intención de promover la seguridad humana de las personas migrantes, a través del fortalecimiento de instituciones gubernamentales, federales y estatales.
Con el paso de los años y las rutas migratorias que se han instalado en nuestro país, organizaciones como ésta; se dan a la tarea de buscar apoyos financieros y en especie. La mayoría surgen como iniciativas religiosasapoyadas por habitantes de estos municipios y por el gobierno.
Tal es el caso de Casa Mambré, que nació como una iniciativa de una grupo de la Pastoral de Migrantes del Sureste, de la parroquia Asunción de María de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas. Durante su estancia, platicó con otros paisanos y acordaron viajar a la Ciudad de México, con el propósito de ganar dinero y mandárselo a sufamilia.
Comenta que cuando murió su primo, pidió apoyo al Consulado para el traslado del cuerpo a su país y gracias a Casa Mambré y a sus familiares, pudieron realizar el traslado y hoy su primo, casi hermano descansa en el panteón de la Ciudad.
Es así que Juan llegó a la Central de Abastos. Construida en el oriente de la ciudad, gris y olorosa. Un microuniverso de la vida urbana, lleno depasillos interiores que le dan forma de laberinto.
Espacios donde poco antes de las cinco de la mañana se comienza a descargar los tráileres de fruta, verdura, abarrotes, pollo, carnes, etc. Al recorrer sus pasillos se escucha el chirrido lastimoso que produce el abrir cada una de ñas cortinas del metal que paradójicamente celebran el inicio de la vendimia.
‘’Los paisanos con los que me vine, me...