Crónica De Un Roedor

CRÓNICA DE UN ROEDOR INTERNO.

Son las seis de la tarde. De los edificios brotan ríos humanos. Corazones trepidantes que se mezclan con la prisa y larespiración acelerada. Santiago forma parte de este baile, de esta cadencia agitada. Tiene clase en la universidad. Difícilmente llegará, si el autobús ecológico nohace la parada. Pasan los minutos y el sonido de un tic tac imaginario cobra fuerza y detona la angustia. En su cabeza, un roedor indolente arranca una carreraimparable de posibles consecuencias, en caso de que llegue tarde. Lo que menos quiere es repetir la materia, el próximo semestre.
Finalmente aparece el autobús.Santiago trepa para convertirse en sardina. El espacio revienta. A duras penas puede asirse del pasamano superior. Humores que asfixian. Pulmones que gritan.Santiago, conjura, insulta y maldice. Tráfico estático. De nuevo el roedor que carcome y cercena, impaciente. Nada ni nadie, se mueve. Santiago se marea, entra en unsopor. Imágenes de una añeja borrachera. Delirio de amor, impulsos suicidas, recuerdos de malos profesores en la escuela. Una fuerte sacudida. El autobús que sefrena. Santiago despierta. Finalmente ha llegado. Se desgañita en zancadas que eviten la falta.
Pasillo largo, alguien lo saluda con la efusividad de un hermano.Santiago ríe, no tiene idea de quién es, aquel cristiano. Abre la puerta y se encuentra con un aula vacía. Con velocidad vertiginosa su cerebro reacciona,cuestiona y acomoda. ¿Qué pasó aquí? ¿Dónde están todos? ¿Acaso me confundí? Saca su libreta. Busca y encuentra. Con letras enormes: NO HAY CLASE, LA SEMANA PRÓXIMA.