Crónica

Déjà vu

En la noche del 23 de Marzo de 1940, estaba ella, sola y acomplejada, con una mirada triste y algo desarreglada, sentada en la barra de un pequeño bar, pidiéndole al mesero un trago fuerte para tomar, se quería emborrachar pues su día había sido fatal.
En la tarde de aquel domingo, después de haber hecho unas compras para la cena que tendría con su marido, volvió a la casa, preparo lacena y luego se arreglo; se puso un vestido largo en satín color azul con unos tacones bajos con punta, sus finas perlas y sus guantes, un maquillaje suave y labios rojos; ella deseosa de su marido lo espero casi dos horas después de la hora acordada, él como siempre retrasado llego a las 9pm, azotando la puerta al entrar, con su chaqueta al hombro y su maletín en la malo, camino hasta la sala,paso por el lado de ella sin decirle nada y siguió hasta la habitación. Ella algo molesta se paro y lo siguió, entro al cuarto, lo miro con sus ojos llorosos y le reclamo, en seguida empezaron a discutir, él con su carácter fuerte intento agredirla; Bette muy asustada salió corriendo, cogió las llaves de la casa y como pudo salió, él ni siquiera trato de perseguirla; Bette camino por quinceminutos, aunque se le hicieron horas, cuando encontró un pequeño bar para refugiarse de la lluvia que se veía venir, el bar se llamaba “Aquí se viene a bailar”. Entro, observo el lugar, era pequeño, algo oscuro y no había mucha gente; sonaban boleros a todo volumen y se sentía un buen ambiente, camino, siguió observando, llego a la barra del bar y se sentó, le alzo la mano al mesero y lo llamo, élenseguida la atendió, ella quitándose los guantes le contesto:”Hoy, deme el licor más fuerte que tenga en este lugar, pues soy una mujer desdichada, con una familia acabada y un marido que ni me quiere tocar”. Él algo asombrado por la respuesta se demoro en pensar cuál de todos los tragos sería el más indicado para Bette, mientras tanto Bette se percato de que no hubiese alguna persona conocida pues sila veían tomando pensarían que era una señora de poca clase, que solo aparentaba, hasta que podía ser una alcohólica, pues ella nunca en su vida había estado en un sitio como este y mucho menos tomando licor; el mesero volvió con una pequeña copa, se la entrego en las manos y le dijo: “Tómelo, si cree que no es el trago más fuerte me lo hace saber, aunque creo que ese es el perfecto para usted”,ella lo miro, acerco la copa a su boca, lo pensó y sin respira alzo su mano y tomo de la copa, hizo una expresión con su cara que hizo creer al mesero que era demasiado fuerte, ella después de haber tragado, alzo la mirada y le agradeció. Bette siguió tomando y arrullándose con el compas de los boleros mientras veía una pareja de enamorados en una mesa algo lejana de ella; sintió como la lagrimasllenaban sus ojos, como sus sentimientos las hacían pequeña, como su mundo se desboronaba de solo pensar que su matrimonio estaba a punto de acabar, todos los días después de que su marido llegaba del trabajo por cualquier motivo discutían y eso hacía que ella se subestimara y creyera que no era lo suficientemente buena para su marido.
Para ella ya habían pasado algunas horas desde que entro albar, busco un reloj en las paredes del bar hasta que lo encontró cerca del baño, un reloj viejo, hecho en madera y se notaba que la pila le estaba fallando, Bette no alcanzaba a ver la hora exacta, se paro, atravesó la pista de baile paso por algunas mesas y llego al reloj, el reloj marcaba las 10:37, hizo cara de sorprendida, volteo y vio una puerta anaranjada con un cartel mal hecho que decía“baño”, empujo la puerta y entro, lo primero que vio fue su cara en el espejo roto, su labial rojo ya había desaparecido de sus labios, su peinado estaba totalmente caído, ella se miro y pensó: “no puedo estar más así y mucho menos por qué mi marido no aprecia tenerme, soy más que eso, soy más que todo”, se arreglo un poco y salió de baño con pasos firmes, sin una lagrima en su rostro, llego a la...