cuento real

El final inesperado de un clásico del Fútbol

“Siendo las 11:00 de la mañana y con un fuerte y caluroso rey astro, parece que se va a dar inicio a este fenomenal clásico de los quiteños, en dondetodos se puede esperar”…, escuchaba Don Satur por su pequeño y remendado radio de color azul, mientras seguía locutando el periodista, desde las cabinas que flotaban sobre los espectadores en la partesuperior de la tribuna.
Párate, párate, oye Sebas párate que ya van a salir…, Le dijo Don Satur a su hijo adorado de 13 años.

Los dos eran hinchas de “El mejor Equipo del mundo”, como decía DonSatur, conversando y avasallando a su amigo de fútbol, con el que siempre se disputaba una gran apuesta cuando sus dos equipos del alma jugaban por una victoria.

¡¡¡¡¡Quito corazón, quito corazón!!!!!Gritaba con euforia el pequeño Sebas, distraído un poco por la discusión de dos señores que se encontraban a lado suyo, - y todo por unas bielas... Decía él, en su mente.
Mientras tanto, su padre yel mejor amigo, se iban acomodando en aquellas gradas de asiento
duro y doloroso, pero como decía Rubén, el amigo, hincha del equipo contrario, “Hombre precavido vale por dos, por tres, por cuatro”…, y en esta ocasión, encajo bien este decir, ya que, pudieron disfrutar del clásico quiteño con un poco de comodidad, sin tener que moverse ni pararse para dejar descansar a sus posaderas por unmomento, pues, aquel señor vestido de blanco, traía siempre debajo de su brazo dos cojines de plumón, y era infaltable un plástico viejito y descolorido, en la parte trasera de su pantalón,
Para lalluvia, por si se presenta, - Decía Rubén.
Los dos señores veían y escuchaban al mismo tiempo, el partido, que sin duda estaba en un momento crucial, puesto que se estaba suscitando una jugada peligrosaen el área de la “Liga”, equipo albo, del que Rubén era hincha desde que nació, pero, después de que no sucedió nada en aquella jugada, se vino el final del la primera etapa del partido, con el...