Cuento: Unas Tontas Vacaciones

No entiendo porque mis padres insisten tanto en mandarme a unas tontas vacaciones en Veracruz, nunca me ha gustado el sol y ellos lo saben. Solo hay una ventaja de este viaje, mi novio y mi mejor amiga serán mis compañeros de aventura.
Hoy es 20 de julio, fecha programada para mi vuelo. No se imaginan la cara de aburrimiento que tengo, mis padres están hechos en sollozos y no veo a mis amigospor ningún lado; solo veo a una extraña señora que me mira de reojo. ¡Marisol!- me grita Lucia- ¿no es ese Diego?- ¡Claro que sí!- le conteste- Desgraciadamente aun esta con sus padres y sé que ni los míos ni los suyos se irán hasta que nuestro avión despegue. Mis padres me están registrando en la aerolínea, yo estoy desayunando e imaginando como puede ser estar en la playa con mi novio a la luzde la luna y con las candentes estrellas, parece algo hermoso, pero aun no me convenzo del todo.
Ya llevamos una hora en este aeropuerto, son las 8 y media y ya es hora de ingresar a la sala de abordaje. Ya se podrán imaginar que tan trágico puede ser una despedida con mis padres: - Cuídate cariño, no hables con extraños y no se separen- sollozaban- Si mamá- respondí-
Descubrí que la señora conaspecto extraño también iba para Veracruz y era la compañera de Lucia, mi amiga, en el avión. Yo iba muy feliz con Dieguito, pero sabía que al llegar al hotel se me iba a acabar la dicha. Al mirar por la ventana lo único que podía ver eran las nubes, tan esponjositas como dos bolas de algodón. Me imaginaba con un pijama a rayas rosas saltando y revoloteando en cada nube.
– Disculpe señorita- meinterrumpió la azafata- ¿desea algo para comer?
Si por supuesto- le respondí- quisiera un sanduche de atún y una Coca-Cola
Diego, cariño ¿qué haremos al llegar al hotel?- le pregunte- Nunca me respondió, parecía algo asustado y lo único que hacía era mirar con cara de espanto a la señora con rara apariencia.
Al llegar al aeropuerto había un taxi esperándonos, me pareció extraño, que la señoradel avión se montara con nosotros en ese viejo taxi. Muy amablemente se presento y dijo que su nombre era Petrushca Valderrama, tenia acento ruso y su cara me pareció haberla visto en el periódico como dos semanas antes. Recorrimos las calles más hermosas que me hubiera podido imaginar, solo pensaba en lo romántica que podría llegar a ser esa noche. El taxista paró en un hermoso edificio que sellamaba “El Edén”, Petrushca pago la carrera y nos condujo a la recepción, al parecer tenía una risa demasiado diabólica lo que me asusto mucho, pero en la puerta nos estaba esperando un señor muy alegre y simpático llamado Lucas, lo que me tranquilizo un poco, nos dijo que era el recreacionista del hotel y que además seria nuestro guía por la isla. Nos entregaron nuestra habitación, había unmini-bar, una cama doble y una sencilla y un lindo y elegante baño. Lucas nos dijo que descansáramos un poco y que almorzáramos.
Los buscare a las 3 en punto en la puerta del hotel, sean puntuales- nos informo Lucas-
Bueno, Marisol y tu dormirán juntos y yo dormiré en aquella cama- nos dijo Lucí-
Amorcito- me dijo- esta noche te espero a las 7 en el restaurante, no me falles.
Salí de lahabitación muy contenta porque sabía que esa noche sería muy especial, a pesar de que tan solo teníamos once años nos amábamos inmensamente. Al subir al lobby me reencontré con Petrushca, sostenía un bolso negro, me advirtió que no lo cogiera, y luego desapareció. La curiosidad se despertó en mi, decidí desacatar la advertencia y lo abrí, en su interior había casi 1 millón de dólares en efectivo, me asustemucho pues detrás de mi estaba aquella mujer, la dueña del maletín.
-Presiento que algo malo te va a pasar- me grito- no hiciste caso a mis órdenes y recibirás un castigo insolente chiquilla.
Corrí hasta que me estrelle con la escalera de emergencia, en ese momento caí al suelo inconsciente. Reaccione como cinco minutos después, había mucha gente a mí alrededor, y a pesar de que no veía bien...