CUENTOS PIURANOS

LOS AVIONES DE LA PELEYA

Feliciano Guerra vivió dentro de un tinajón de chicha blanca hasta que el Señor lo llevó a su mansión para que degustara el néctar de los dioses o la ambrosía nueve veces más dulce que la miel.
Todo Castilla, especialmente el barrio de Taladita en las inmediaciones del aeropuerto, conoció y comprendió a éste borrachín empedernido que amaba a los pequeños, pero muchomás a la chicha fermentada.
Como el licor nunca ha sido buen compañero y mucho menos productor de riquezas, Guerrita como lo llamaban, siempre estaba con los bolsillos vacíos de dinero y prácticamente vivía de la caridad cristiana de sus coterráneos. Frecuentaba en busca de apetitosa chicha la picantería de La Paloma y con sólo detenerse en la puerta, ya aseguraba un poto del espumante líquidoque apuraba a pie parado. La Paloma, dueña de la picantería, sabía que cada poto de chicha que obsequiaba a Guerrita le acortaba el calendario de su vida, pero era incapaz de echar fuera a un ser humano, por más degradado que estuviera
En cierta ocasión, cuando los vecinos del país del norte nos hacían problemas en la frontera, el héroe de nuestra historia llegó a la chichería como todos losdías, aunque llevando mayores ínfulas. Encarando a la paloma y con tono arrogante le dijo:
Fíame un poto grande de chicha.
La dueña del establecimiento que lo conocía como si lo hubiera parido, lo miró sorprendida y a pesar de no creerle lo del pago posterior, decidió jugarse un albur, ya que prefería fiarle en lugar de regalarle la dosis. Guerrita trasegó el líquido de un solo aliento y se marchósatisfecho.
Pasaron los días y cuando solicitaba su ración diaria nuestro amigo no se daba por aludido ante las cobranzas de la Paloma. En su interior la Paloma estaba indignada con Guerra por su falta de delicadeza para con ella, quien por años favorecía su vicio de beber.
Velay, cholo mal agradecido y todavía cojudeador y sinvergüenza, pensaba la doña en cuanta oportunidad le veía. Sin embargo,a de tenérsela guardada, no le negaba el poto diario de chicha de maíz.
Un domingo, los parroquianos llenaron de bote a bote el pequeño local de la chichería y a medida que consumían potajes piuranos y se emborrachaban, las palabras y comentarios se iban haciendo en voz cada vez más alta.
Fue así como la paloma pudo escuchar a dos amigos que comentaban las últimas noticias llegadas de Tumbesy justamente cuando una escuadrilla de aviones despegaba del Grupo Aéreo Nº 7 y pasaba volando sobre el establecimiento.
-Mira, dijo uno de ellos a su amigo. Allí van los aviones de guerra.
La Paloma que aún no perdonaba la insolencia de su protegido borrachín, se acercó a la mesa de los jóvenes y con euforia inusitada los aclaró en mala forma.
- Si no serán idiotas ustedes. Cómo van a ser losaviones de Guerra, si este borracho no tiene ni para los potos que me debe?
Luego se retiró murmurando: Aviones de Guerra, velay que la gente está cada vez peor.
EL NIÑO MAL CRIADO

Desde que tenemos informes Piura se caracterizó por sus veranos totalmente secos y por otros tan abundantes en lluvias que convertían todo el departamento en un charco gigantesco, más fueron los años secos que losnavegables y por esas razones, el agro caminaba bien para adelante o mal para atrás. No obstante, a tanta jugarretas de la naturaleza, nadie se atrevió nunca a lanzar maldiciones por los aires y mucho menos a responsabilizar al Taita Dios de las pérdidas o exiguas ganancias del año. Por el contrario, en todos los pueblos de los valles del Piura y Chira, los campesinos siempre miraron al cielo enbusca de ayuda para sus males ancestrales. Una Santa Misa, rezos a las siete de la noche, triduos y novenas, eran costumbres de esperanza. Se utilizaban para que llegaran las lluvias o para que se detuvieran antes de quedar anegados hasta el mismísimo cuello. Fue así, como en el verano de 1917, la desesperación de agricultores y campesinos iba aumentando a medida que corría el mes de febrero. No...