Cuentos_que_no_son_cuento

“Quiero ser un sedán de color azul eléctrico
con llantas perfil bajo, enchulado”
“Quizá te parezca extraño que te escriba, pero
esto que estoy haciendo, como que me calma”

“Estos balazos son para el pata negra”

“Quiero... aprender a vivir sin que me persigan”

“Mi Bolaronte es feo, mañoso, anda en pelota en la
calle, con su pistola amarrada a la espalda”

“Quiero... darme un baño de espuma conlas chicas Playboy”

“Año, que bueno que te fuiste”

“Mi madre está conmigo en todas, hasta
en mis propias equivocaciones”

CUENTOS que no son Cuento

“Mírame, soy un niño”

Este trabajo ha sido financiado con el aporte del
Fondo Nacional de Fomento del Libro y la Lectura
2009, del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes



PRESENTACIÓN

Al concluir los talleres realizados con los y lasadolescentes privados de libertad, se ha dado
paso a la difusión del entusiasta trabajo que se
realizó a lo largo de cuatro meses.
Dos son las oportunidades que nos ofrecen:
la primera es conocer, desde la escritura,
la expresión franca y amena de los sueños,
virtudes y defectos de los jóvenes, transcritas
en el contexto del taller.
La segunda es apreciar el valor del espacio
sistemático deencuentro y creación que fue
instalado, en el cual este grupo de muchachos
y muchachas que, no obstante el contexto de
adversidad en el que se encuentran, logran
expresar sus sentimientos y liberar sus
reflexiones acerca de la intensa cotidianidad
que han vivido y viven en la actualidad.

Es una selección de relatos cuyos contenidos
nos trasladan, con simpleza y transparencia en
la escritura, al encuentrode mundos muchas
veces desconocidos o temidos, vividos con
los sentimientos e identidad, tan propio de
los adolescentes; con su sentido de humor
y todos aquellos recursos y capacidades que
les permiten hacer frente a la vida dura y
carenciada por la cual han debido transitar.

Fanny Pollarolo
Jefa de Departamento de Derechos
y Responsabilidad Penal Juvenil
SENAME

INTRODUCCIÓN

Mario VargasLlosa decía, en su libro La
Verdad de las Mentiras, que los regímenes
que aspiran a controlar totalmente la vida
desconfían de las ficciones y las someten a
censuras. “Salir de sí mismo, ser otro, aunque
sea ilusoriamente, es una forma de ser menos
esclavos y de experimentar los riesgos de
la libertad”, agregaba. La frase siempre
nos ha parecido una suerte de revelación,
la respuesta precisa a esapregunta que los
escritores y los mismos lectores nos hacemos
de tanto en tanto: ¿Para qué escribir? ¿Para
qué leer estas historias inventadas? Hay
en los libros de ficción un poder que los
otros -los que no leen, los que no escribenignoran absolutamente, porque no sólo se
vive al fragor de los actos propios, también
crecemos y nos vamos haciendo más hombres
o más mujeres en cada línea que leemos.La
vida cotidiana nos azota muchas veces con
su larga lista de decepciones, desgracias y
frustraciones. Y hay que tener la piel dura



para no dejarse llevar, para soportar con
estoicismo el día a día, para seguir teniendo
sueños. En ese afán, la literatura es el mejor
cómplice.
“Jugar a las mentiras, como juegan el autor
de una ficción y su lector, a las mentiras que
ellos mismos fabrican bajo elimperio de sus
demonios personales -decía Vargas Llosa-, es
una manera de afirmar la soberanía individual
y de defenderla cuando está amenazada; de
preservar un espacio propio de libertad, una
ciudadela fuera del control del poder y de
la interferencia de los otros, en el interior
de la cual somos de veras los soberanos de
nuestro destino”.
Durante más de dos meses trabajamos con
los adolescentesde los centros del SENAME
correspondientes a Limache, San Joaquín y
Santiago. Ellos jugaron el juego de convertirse
por algunas horas a la semana en escritores y

escritoras. Pusieron sobre el papel las historias
vividas, reinventaron su existencia, escribieron
sobre el amor y los afectos, dejaron suelta su
imaginación para crear seres que nadie había
creado -el Rompesaurio, el Torpepardo, el...