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a basura que comemos, transgénicos y comida chatarra. Hoy en día la tecnología nos brinda muchas comodidades lo que nos facilita la vida, ya todo cambia anuestro alrededor con el solo hecho detan solo presionar un botón, ya sea desde lavar ropa, trastes hasta controlar la temperatura del hogar. Vivimos en un siglo lleno de comodidades mas sinembargo, cada día que pasa hay másenfermos, estas cifras aumentan con el paso de los días, cáncer, infartos, SIDA etc. Todo esto es debido a que cada vez comemos peor. La vida moderna nos ha impulsado a nodepender tanto de la cocinagracias a la invención de la “Fast Food”. Proveniente de los estados unidos en los años 50s, al ser una novedad, varios países (sobre todo tercermundistas) decidieron optarpor esta comida y asícambiar sus hábitos alimentarios llegando a nuestro país al principio como panes de caja, refrescos y perros calientes. Aunque la comida rápida no suele ser nutritiva seconserva por más tiempo. Enel pasado el hombre descubrió como conservar los alimentos, podían salarse, secarse, ahumarse o fermentarse y posteriormente los congelo y refrigero. Después, encontró uso decoloresprovenientes de plantas y metales para hacer comida más llamativa. También, buscó la forma de darle más sabor, primero con sal y después otras cosas (sanas y nutritivas). La avaricia de lasindustriasalimentarias ha echado todo a perder, para empezar necesitaban que los alimentos duraran mucho más y se facilitara su transporte y almacenamiento (para su venta). Esto se obtuvo por medio delainvención de los “aditivos alimenticios”. La comida comienza a enlatarse con estos aditivos para que se conserven mejor y así surge la industrialización de los alimentos. Los aditivos agregados alosalimentos son totalmente artificiales, ajenos a nuestro organismo. Solo son peligrosos si se consumen en cantidades excesivas (un kilo) pero resulta, que nuestro organismo los va acumulando poco a