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Cada vez que paso por la calle Ildemaro Ribas inevitablemente se me llenan los ojos de lágrimas y recuerdos.
Allí esta como siempre la vieja casa cuna, mi antiguo hogar, templo de historias pasadasy cobijo de tantos y tantos chicos que un día pasaron por allí.
Son instantes en que el aire se llena de viejos olores y el patio retumba nuevamente con los amigos y los juegos.
Aquellos eran otrostiempos, donde los niños jugábamos en las callecitas de ese Sarandí glorioso, el de la gesta heroica del 12 de octubre, de Lavalleja, Rivera y Oribe, había siestas pueblerinas, sueños, cine y libros,familias reunidas, estaciones tibias y lluvia en las caras y es que en la década de los cincuenta los días transcurrían mas lentos y la vida era otra, la niñez giraba en torno a una pelota, unapelota que rodaba sin limites por el patio de la casa grande “Casa Cuna” y allí nos juntábamos a jugar y aquellos gurises inquietos se la pasaban pateando pelotas y soñando con ser Pedro Rocha o AlbertoSpencer, eran imbatibles y apasionadamente combativos, nuestro padre hacia las veces de juez , al que cometía una falta lo sacaba y mamá como pena le hacia comer un pedazo de limón, cuanta inocenciapor aquel viejo patio y la querida plaza Pison que fue quien termino dándole nombre al equipo.
Al paso del tiempo y al crecer nosotros, a nuestra querida madre se le ocurre que formemos un equipo defútbol, el mismo se llamó Plaza en honor a la Plaza Pisón. Recuerdo nuestro primer partido en la vieja y querida plaza de deportes dirigido por el extinto gran profesor Edgar De María ,ese domingojugamos contra el equipo de Beltrán, nosotros, todos de blanco con veleidades de parecernos al Real Madrid ,formamos aquella tarde con la gallina Ramón en el arco, la foca Carlos Rivas y el tarugo GerardoRodríguez como defensas, en el medio el cadete Adolfo Duran el ganso Pereira  y adelante el chino Furno y la avioneta Rufino Rivas, después se agregaron Luisito Cela y ese fantástico puntero Pepito...