dios es bueno
James McPhcrson.»
Se calculó durante algún tiempo con mucha seguridad que esta cartaconduciría al esclarecimiento total del caso, sobre todo porque se consiguió el dato de que en el buque de pasajeros Vistula, propiedad de la Hamburg y New York, que había zarpado el día 7 de junio,figuraba como pasajero un hombre de gran parecido fisico con el jefe de tren desaparecido. La señora McPherson y su hermana, Elisita Dolton, embarcaron para Nueva York según las instrucciones que seles daban y permanecieron alojadas durante tres semanas en la Johnston House, sin recibir noticia alguna del desaparecido. Es probable que ciertos comentarios índiscretos aparecidos en la prensaadvirtiesen a éste que la policía las empleaba como cebo. Sea como sea, lo cierto es que nadie les escribió ni se acercó a ellas y que las mujeres acabaron por regresar a Liverpool.
Así quedaron lascosas, sin nueva alteración hasta el año actual de 1898. Por increíble que parezca, durante los últimos ocho años nada ha trascendido que arrojase la más pequeña luz sobre la extraordinaria desaparicióndel tren especial en el que viajaban monsieur Caratal y su acompañante. Las minuciosas investigaciones que se realizaron acerca de los antecedentes de los dos viajeros pudieron únicamente dejar...
Regístrate para leer el documento completo.