Dishonored

Ya lleva cierto tiempo entre nosotros una de las grandes sorpresas de los últimos tiempos: Dishonored. La crítica lo ha bendecido unánimemente, y parece que tambiénha encontrado un óptimo acomodo entre los aficionados. Ahora, sin embargo, le toca al juego someterse al más duro de los tribunales, el de 3DJuegos. Sometemos a unode los sleepers del 2012 a nuestro Veredicto Final.
La eterna lucha entre las nuevas IPs y las grandes franquicias asentadas ha librado este año una nueva pugna, yDishonored se ha convertido en uno de los grandes baluartes para los que se posicionan a favor de la frescura en la industria del videojuego. La propia ArkaneStudios ha estado constantemente haciendo campaña durante su desarrollo a favor de combatir un reciclaje de marcas al que muchas compañías se apegan en las fases tardíasde los ciclos de consolas, y finalmente su juego de acción ha resultado el mejor alegato a su favor.

De increíble originalidad, y dotado de una direcciónartística asombrosa, todo el potencial de sus formidables valores de producción no hacen sombra a la mayor de sus virtudes: su elemento jugable. Gran libertad, no tanto parael desplazamiento sino más bien para la forma de resolver las situaciones, para un lanzamiento que está poniendo de acuerdo a prensa y aficionados en cuanto a lacalidad de su propuesta. Ahora toca el turno de someter al programa al tribunal de 3DJuegos. ¿Crees que Dishonored está a la altura de otras de las grandes marcas de lageneración? ¿Será el sleeper de este año? ¿Qué te ha parecido su universo visual y narrativo? ¿Te ha bastado su libertad? El tribunal de 3DJuegos toma la palabra.