Eclipse Total, Michael Rogers
Bastantes ptoblemas religiosos ha traído ya eI eclípse en Mau-
teólogos islámics5- ssli¡ rítania. Los marabutis locales -los que los eclipses son absoluconvencidos, enbuena ortodoxía, de tamente imposibles de predecir, y por lo tanto todos estos infieles extranjeros que invaden el p,aís son sólo un p':ñado de presuntuosos hipócritas. El gobiernomautitano, por su parte -también oficialmente islámico- sabe perfectamente bien que los eclipses se pueden predecir, pero se guarda de enfrentarse con los marabutis y su poder político. Así quefinalmente opta por radiar una serie de comunicados con mucho tacto, etr francés y en árabe, exp,licando que aparte de que Alá sea, por supuesto,'Ia caasa del eclipse, asimismo tambiéndesea revelar sus planes y métodos para ayudar
a los estudiosos. Los marabutis rcchazan desde luego estas l¡spçias revísionistas, pero he aquí que el eclipse apatece tal como los locoscristianos pronosticaron. Inmediatamente después, un reportero, adivinando una especie de novedoso conflicto lglesia-Estado, entrevista a un seco y atrugado marabuti ,âcerca de estaembatazosa contradicción. El marabuti, sin inmutatse, 1o considera una coincidencia verdaderamente notable. ¡Que AIá sea bendecido! Cuando el periodista le ptesiona en busca de alguna respuestamás, el matabuti Ie corta con nna seca y monocorde contestación: anuncia ,lgrri.r, po., ul voz en la explanada. > > ¿Uh? Agachado en la mínima sombta del mu¡o del patio, el escritorde California está, toåavla tan perplejo que no ha oído la voz del joven psiquiatra. >
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El
tico la
psíquiatra
lo lee una vez> rápidamente, y
mueve escép-
cabeza.
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