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Homicidio frente a la o fensa pedagógica
“Lucho por una educación que nos enseñe a pensar y no por una educación que nos enseñe a obedecer (…)” -Paulo Freire
El mayor agente que se presenta en el proceso educativo de los niños de Chile y el mundo cotidianamente es sin lugar a dudas, el maestro. A este circunspecto formal y su institucionalidad le delegamos ciegamente la formación personal yla inserción encefálica de los razonamientos que nuestros niños consideraran como verdades universales y aceptables. En un breve análisis, sin ahondar más allá de lo tácito cabe cuestionarse la real funcionalidad y a los intereses a los que sirve la escuela.
Si bien va en cada profesor el cómo llevar a cabo la praxis docente, este está regido por una serie de limitaciones impuestas por la figuradel ministerio y sus ramificaciones locales lo que inevitablemente lleva a una alteración y putrefacción de un proceso natural y libre como es el aprendizaje, que debiera apuntar a trascender más allá de las lógicas de absorción y replicación de contenidos. He aquí la miseria de la tarea pedagógica tradicional, que anhela normar y formar ciudadanos mediocres y sumisos que sirvan de mejor manera alos intereses de la clase patronal y el estado quienes ejercen el poder en materia de currículos y en todo lo que sea posible para influir en el aula, utilizando al profesor como una mera figura representativa de sí mismos a través de la dependencia del salario de estos, que solo tienen como función el replicar los modelos existentes en las nuevas mentes desde la temprana edad, desestimulando ydejando nula la opción de enriquecimiento cultural general para el individuo actual, generando patrones y estándares de conducta y pensamiento, donde el que no se ajusta a la regla es severamente castigado hasta integrarse nuevamente al rebaño a través de los más denigrantes e inhumanos métodos. El maestro solo debe de ajustar a los individuos a adaptarse a una sociedad de mierda, donde inteligenciaes la habilidad de recordar y repetir, donde lo que viene de la “autoridad” es oficialmente verdad independiente de la veracidad real, donde la sumisión intelectual y social es recompensada y la inconformidad natural frente a la injusticia es brutalmente reprendida.
He ahí una apología explícita de violencia simbólica por parte del estado hacia los niños; el profesor, más allá de un simplesujeto que se vale por sí mismo personalmente, figura como un ente en la primera línea representando de la manera más directa a la institución agresora, y entendiendo que aquel que se encuentra en posición de agredido tiene el legítimo derecho a la defensa por los medios que sean necesarios para proteger su integridad, se puede concebir un escenario en el cual la víctima pase a la acción, dando ungolpe al mercenario bastardo representante de la fuerza coercitiva estatal de la cual es legítimo el defenderse.
¿Acaso nadie ha tenido la idea de asesinar al profesor? No es un conflicto interpersonal, pero debemos de hacernos cargo de nuestras propias vidas, abandonando la comodidad del conformismo cotidiano para tomar la vida por asalto, esa vida que se nos fue usurpada en el momento en queintentaron moldearnos y uno de los pasos para ello es el eliminar al opresor en todas sus formas, pues son culpables de erigir esta montaña de basura en la que vivimos sin lugar a dudas, por lo que es momento de saldar cuentas.
Ajustaron al ser humano como una plaga, inconsciente e inconsecuente, ambicioso y arrogante, hambrienta de control, de poder, que todo lo destruye y todo lo contamina, todolo extermina en su imaginario de propiedad y dominación, un ser vacío, errante e idiota y su metástasis se expande sin control. La escuela tiene mucho que ver en esto. Cabe entender entonces que no se hace aseo en una casa que se derrumba, no hay tiempo de corregir sino de demoler. Los solipsismos inconsecuentes del hombre ya son obsoletos, es momento de abrirse y ajustar la acción al nuevo...