El objetivo del buen escritor
Contrariando esa sonrisa de contraportada el contenido parecía elinicio de unos cuentos de pesadilla, que estoy casi segura solamente un mal juicio mio; al fin y al cabo ¿Qué se yo sobre escritura? No se nada. Pero, dudo que autor haya escrito para un grupo selectoque sepa interpretar su mensaje, relegando a aquellas personas que en sus momentos de ocio se alejan de las tecnologías de este mundo y se adentran en la belleza de la prosa escrita.
Su mensaje meparecía oculto, mas allá de lo obvio no supe entender que me decía, y caí en la cuenta de que solo interprete signos gráficos pero jamás leí.
Solo imaginar la descripción de un personaje, me eradifícil saber de que se trataba “el cabello duro…” “del color del caramelo en reposo…” esto solo me creaba interrogantes, se me dificulto mas disfrutar de la lectura, cuando mas que un regocijo se volvióuna imposición, por una institución que a mi edad es la que rige mi vida.
Nunca me sentí como una católica consumada, solamente como una más de los tantos hipócritas que se aparecen a misa cuandorecordamos la pasión o el nacimiento, y aun así termine atrapada entre paredes adoctrinadas, cuyo uniforme de rea visto de lunes a sábado, ya se imaginaran quién me dio el “trabajito” de interpretar loque decían estas personalidades de la lectura.
Volviendo al inicio, y que lamentablemente influenciada por los grandes de la literatura me he detenido explicando esto y aquello, hago presente mi...
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