El principio

El principio del fin
Tres semanas, una vez al año. Por fin estaban aquí, todos teniamos una ganas immensas de estar a su lado, y como siempre se dice, lo buenoacaba rápido. I así fué, pasaba el tiempo volando, días y noches, el amanecer y el anochecer, se hacian efimeros; todo iba a un ritmo diferente. Cuando ellos llegan,de tan lejos, lo primero, son unos buenos churros con chocolate, bien temprano, mientras hacemos una primera charla, para ver como va todo.
No es nada importanteeso, pero son de aquellos momentos, que no olvidas, pequeños detalles que perduran en tu mente, recuerdos.
Es una rutina, siempre lo mismo. Solemos levantarnos,ellos en casa de mi abuela y nosotros aquí, salimos a pasear, a la playa, dias hay que vamos a visitar algun sitio, comemos juntos, fuera en algun restaurante, oapretujados en casa, que lo que cuenta aquí es la compañia. Por las tardes, esto no falla nunca, una buena siesta y después ya nos volvemos a ver, por suerte o pordesgracia, vengo de una familia de dormilones.
La tarde, y seguidamente la cena, vuelven a ser con ellos, y normalmente fuera. Siempre lo mismo, pero eso es lo mejor.No olvido nunca los dias que estan aquí en Barcelona con nosotros, año tras año, y lo recuerdo todo; y lo más bonito, en lo que pienso cada día, en mi pequeñita,en las ganas que tengo de verla y abrazarla. Queda poco para el verano, y pronto la veré, a ella y a todos, y no hay cosa en este momento que desee con mas fuerza.Vale la pena esperar 11 meses para tenerles cerca, aunque todo sea una rutina, porqué el dia que no pueda estar con ellos, entonces, será el principio del fin.