El_psicoanalisis_ante_el_cancer

EL PSICOANALISIS ANTE EL CANCER
¿Tiene algo que hacer ahí?
El diagnóstico de cáncer puede ser un motivo que lleve a una
persona a la consulta con un psicoanalista.
Dicha consulta puede ser solicitada por el médico, la familia
o el paciente mismo.
El médico suele demandar la psicoterapia porque o bien ha
encontrado un obstáculo en su quehacer o bien ya no le queda
nada por hacer.
La familia a suvez puede tener otros motivos para proponer
la consulta: desde ayudar al ser querido que sufre hasta
ubicar en algún lugar la angustia, donde lo que generalmente
se demanda es que alguien se haga cargo de escuchar o decir
aquello que les resulta intolerable.
En estos casos uno de los primeros movimientos que proponemos
es el de conducir estas demandas de los otros a la
formulación de una demandadel sujeto por su sufrimiento -ya
no sólo físico sino que también psíquico-. Es esta operación
la que permite también que el médico pueda tomar las
decisiones propias de su quehacer.
Por nuestra parte, aún en ocasiones marcadas por la urgencia,
es posible favorecer el pasaje del llanto y el grito al
lenguaje articulado, para que el paciente pueda preguntar,
pueda pedir, esto es, recuperarse comohablante. Esta
recuperación de la palabra genera, en todos, un importante
alivio.
Otras veces, sin tanta urgencia, nuestra escucha puede
permitirle al paciente, que además de ponerle palabras al
pánico, historice al menos su enfermedad.
Ante el impacto del diagnóstico la pregunta por el deseo del
Otro (¿qué quiere de mí?) suele ser retrospectiva: ¿por qué a
mí? ¿qué hice mal?
El paciente suele darleun sentido a su enfermedad, llegando
a veces a construir una teoría psicosomática: “si uno está
preparado psicológicamente parz algo, alguna cosita aparece;
yo me hice mucha mala sangre”.
No es cuestión de confirmar o rechazar dicha teoría sino de
ponerla a trabajar, haciendo hablar a aquello de lo que el
cuerpo, según el paciente, parece haber tomado nota en su
lesión.
A la hora de elegir unsentido también suele ser privilegiada
la secuencia crimen-castigo: “el cáncer es como un castigo
por no haber cuidado a mi madre, le fallé”...al decir de una
paciente. Otra apela al perdón divino por haber realizado
abortos.
Si no sabemos de la muerte sino a través de la castración, la
culpa en tanto forma imaginaria de la castración, vendría a
taponar aquella falta constitutiva que hace a nuestracondición de mortales.
- La tenía pero la perdí (la salud, la inmortalidad).
- La tenía pero me la quitó.
- Lo tiene pero no me lo quiere dar (el perdón, la vida).

Así la muerte es considerada como contingente y no como
necesaria. Y entonces no hay muerte sino por asesinato o
descuido: "Si no lo hubiera hecho...", "Si me perdonara..."
Si una de las tareas del análisis apunta a la castraciónsimbólica, a la subjetivación de la muerte, ¿cuáles son los
límites del trabajo posible en ese sentido, en este tipo de
circunstancias?
Para Heidegger -sin usar su lenguaje- no hay encuentro real
entre el sujeto y la muerte, sólo formas propias o inmpropias
de anticiparla, de ser para la muerte.
Sabemos que no hay inscripción simbólica de ese real, por
tanto queda abierta la pregunta acerca del trabajopsíquico a
realizar.
Si bien el diagnóstico de cáncer no implica necesariamente el
de muerte -y esta es una de las cuestiones a trabajar, dado
que esta asociación está muy arraigada en nuestra cultura- es
una oportunidad para que el sujeto se reposicione en cuanto a
la relación deseo-tiempo. Para todos los humanos el tiempo en
que podemos jugar nuestro deseo es limitado, sin embargo el
ignorarloforma parte de la neurosis nuestra de cada día. Y
el paciente con cáncer es muchas veces invitado por los
otros, que no quieren saber nada de esto, a seguir
ignorándolo.
De este modo el análisis puede ser el espacio de tramitación
psíquica que permita en algunos casos esos actos de deseo
decidido que habían sido siempre postergados. Es decir,
implique o no la muerte en el horizonte próximo, el...