El_puestoDelHombre

Páginas: 120 (29967 palabras) Publicado: 28 de octubre de 2015
EL PUESTO DEL HOMBRE EN EL COSMOS
Max Scheler

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El puesto del hombre en el cosmos

Max Schiler

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MAX SCHELER
Y
EL PUESTO DEL HOMBRE EN EL COSMOS

El inesperado fallecimiento de Max Scheler en 1928 produjo un sentimiento en que el estu-por se
mezclaba con la aflicción. Su pérdida asumía literalmente el carácter de lo irrepara-ble. Una serie
magnífica de librosy estudios le habían conquistado una indiscutible posi-ción de primera fila en
la filosofía actual; no eran pocos los que veían en él su representante máximo y por excelencia.
La riqueza de su pensamiento con dificultad admitía parangón. En la filosofía universal no
escasean los hombres de las grandes ideas, de las concepciones de vasto alcance; tampoco son
raros los filósofos que ofrecen conprodigalidad pensamientos agudos, brillantes y justos, pero
que no llegan a definir una postura general y sistemática. El filósofo completo ha de conciliar las
ideas ordenadoras y la riqueza de contenido concreto; las síntesis sumas y los más menudos
mecanismos conceptuales capaces de aprisionar la pluralidad de la experiencia y conducirla en
esencia hacia las últimas síntesis. Scheler poseía lacapacidad admirable de sobresalir tanto en la
idea genial como en los pensamientos menores; el esquema general dibujado por unas cuantas
concepciones fundamentales, se llenaba en él con profundas intuiciones parciales, con
observaciones precisas, con distingos sutiles. Manejaba con destreza semejante el análisis y la
síntesis; un finísimo don de comprensión psicológica venía en ayuda de la especulacióndel
filósofo, y el erudito aportaba por su lado un saber de historia de la filosofía que, apretado en
fórmulas concisas en oposiciones e identificaciones atrevidísimas a veces y casi siempre
sorprendentes, estimulaba la mente del lector tanto como las tesis originales.
Aun a la distancia se adivinaba la intensidad de esta hoguera filosófica, que no llegaba al lector
únicamente como un resplandor,sino que parecía traer hasta él el calor y aun las crepitaciones del
fuego en que el filósofo se consumía. Sabido es que Scheler se adhirió a los principios de Husserl
y figuró en las filas de la Fenomenología, el movimiento iniciado por Husserl, que heredó la
hegemonía filosófica retenida hasta su advenimiento por las direcciones neokantianas,
especialmente la de Marburgo. Pero pocos filósofosentre sí más distintos que Husserl y Scheler.
Husserl era ante todo un lógico, una mente formada en la meditación matemática; Scheler
prefería cuanto atañe más de cerca al hombre, y se preocupaba principalmente de los problemas
del espíritu y de los valores. Husserl publicaba relativamente poco; le agradaba conservar
inéditos sus manuscritos, únicamente accesibles al círculo de los iniciados.Scheler prodigaba
libros y ensayos, en un ritmo que cuenta entre los más acelerados de la productividad filosófica
de la época.
Las coincidencias fundamentales entre Husserl y Scheler constan en el manifiesto
fenomenológico de 1913, antepuesto al primer volumen del Anuario de filosofía y de indagación
fenomenológica: había que retroceder hasta las fuentes vivas de la intuición hasta las esencias
dadasintuitivamente y a priori, para esclarecer los conceptos y poner los problemas sobre sólidos
basamentos. Luego se vio que ni la captación esencial ni las esencias mismas eran cosas idénticas
para Husserl y Scheler. Para Scheler, el volverse hacia las esencias tiene un sentido y un alcance
metafísicos, ajenos de todo punto al pensamiento del fundador de la fenomenología. En cuanto a
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las esencias, Scheler ampliaba fundamentalmente el cuadro de Husserl poniendo al lado de las
esencias pensables o significativas —tomadas en cuenta por Husserl— otras desprovistas de
significado realiza-ble o pensable, irracionales: los valores, cuya teoría desarrolló en su libro
famoso y magistral El formalismo en la ética y la ética...
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