el símbolo da que pensar

“EL SÍMBOLO DA QUE PENSAR”


Es éste el epígrafe de la conclusión del libro Finitud y culpabilidad de Ricoeur, y el objetivo del presente trabajo es tratar de comprender el mismo, teniendo en cuenta que tanto un epígrafe como una conclusión son condensaciones de sentido que deben explicarse, justificarse desde el texto entero.
Esta conclusión es un discurso breve con una estructuraque parece avanzar por campos. No es una exposición didáctica en la que las causas y las consecuencias se van sucediendo, montadas en una misma línea. Ricoeur parece ir resolviendo campos entre los que resulta muy difícil establecer implicaciones necesarias, conexiones de causa y consecuencia. Es muy difícil ordenarlo desde adentro. Más aún, diríamos que el pensamiento de Ricoeur no pide serresumido sino ampliado, como todos los textos de cláusulas abiertas, sin conclusiones definitivas. Inclusive siempre se tiene la sensación de estar desechando la piedra angular.
En consecuencia mejor que un resumen, ya que siempre hay pérdida, creemos que una buena puerta para ingresar tal vez sea la búsqueda de qué preguntas se pueden responder desde el texto. Es siempre más fácil saber qué se puederesponder, que saber lo que se quiso responder desde el texto.
Algo así como reorganizarlo desde afuera a partir de las preguntas que desde adentro se pueden responder. Tal vez la primera pregunta debiera ser ¿Qué es el símbolo? Pero no es posible responderla totalmente desde el texto. En todo caso sería una construcción del símbolo como resultado final de la lectura.
La primera pregunta quese nos aparece es ¿ es posible una interpretación filosófica del mito y el símbolo? Luego, ¿puede la filosofía aportar un método interpretativo del símbolo? En tercer lugar, cabe preguntarle al texto ¿ es posible una Hermenéutica Filosófica del símbolo distinta de la fenomenología descriptiva? Y por último, si el sujeto requiere de una hermenéutica diferente de la descripción fenomenológica, debeser porque tiene algo que le excede a lo experiencial, cabe preguntar ¿el símbolo es sólo un revelador de la conciencia del yo o es, más que eso, un constituyente del yo? En otros términos, ¿los símbolos son meras estructuras de y para la reflexión o son conceptos existenciales en cuanto a que la existencia es el ser del hombre?
El ordenamiento de las preguntas tiene una secuencia y la respuestade una permite pasar a la otra. Pero no se da para nada así en el texto. Creemos inclusive que hasta sería prudente tomarlas como cuerpo y no como secuencia.
En una primera aproximación a ese cuerpo de preguntas vemos que Ricoeur nos pone de un lado la filosofía que ha hecho promesa de comprenderlo todo y, por otro, un campo que parece serle enteramente ajeno como el de los símbolos y mitos.Recordemos que Ricoeur toma a los mitos como relatos tradicionales referentes a acontecimientos destinados a establecer acciones rituales y a instituir corrientes de acción y pensamiento. Por otra parte, toma al símbolo como una manifestación hecha a través de la cosa. El símbolo es emoción, experiencia, se comprende por vía de imaginación, emoción, simpatía.
Ahora bien, siendo la filosofía purareflexión, pensamiento puro, no debería aceptar esas determinaciones para comprender un hecho como el de la confesión, en la que el sujeto habla de sí mismo en el lenguaje simbólico de mancha. Es necesario producir una ruptura metodológica en la reflexión si es que se quiere comprender el símbolo.
Es aquí en el punto de ruptura metodológica donde Ricoeur instala el epígrafe “el símbolo da quepensar” como posible salida, como posible punto de articulación entre el ejercicio directo de la racionalidad y esa imposibilidad de comprender. “El símbolo da que pensar” es un aforismo y como tal es una condensación de sentido. Con él se intentará suturar el hiato entre la reflexión filosófica y las características propias del símbolo.
Tomemos, por ejemplo, un símbolo como ‘cielo’, manifiesta lo...