El Zipitio

El Zipitio

La Rufina Pérez era una muchacha hermosa. Sus grandes ojos negros brillaban como dos lunas en la noche de su cara. Su cabello era largo y cuando el viento lo movía en su espalda, parecía que Rufina caminaba bailando con el ritmo del campo en su cuerpo.
La Rufina Pérez hablaba en náhuatl. Vestía refajos de colores brillantes, collares de perlitas de caucho donde el sol se quebrabaen rayitos, y parecía que del pecho de Rufina brotaba un arco iris. A través de las correas de sus caites se podían ver sus pies morenos y gorditos como dos tamalitos.
Una mañana, Rufina y su mamá estaban en el patio de la casa dándoles de comer a los animales.
Hija –le dijo la señora-, ya te estás volviendo mujer.
Y la invitó a sentarse en la banca que estaba bajo la sombra del árbol detamarindo.
Rufina- continuó la señora-, vos ya nos has oído hablar del Zipitio, y como sé que cualquier mañana de éstas que vayas al río se te va a aparecer, tengo que decirte esto: no le tengas miedo porque tengo que decirte esto: no le tengas miedo porque el Zipitio se les aparece a todas las niñas que se van a volver mujeres. Él sabe cuándo una va a volverse mujer y el Zipitio quiere ser el primernovio que tenga una tenga. Él sabe que el amor es bueno y bonito y quiere además de enamorarnos, darnos sus consejos. Y si vieras las cosas que dice.
Rufina estaba callada, escuchando a su mamá.
Aquí en el valle se nos ha aparecido a todas, y a todas nos dio un gran susto. Es imposible no asustarse con él por la forma como mira. Pero el día en que se te aparezca, trata de no tenerle miedo y de nocorrértele porque es peor para uno; el Zipitio se pone bien testarudo y cuesta más para que lo deje a uno en paz con sus chifladuras de amor. El Zipitio no es malo, él sólo quiere que lo quieran porque se siente solo y feo. Hay quienes dicen que vive en las quebradas de los ríos porque al pobrecito le da pena ser como es y por eso sólo sale por las madrugadas, para que lo protejan las sombras.La gente de antes decía que el Zipitio era el hijo de una mujer rica que vivía por estos lados. Dicen que tenía tanto pisto que lo enterraba en vasijas de barro. Pero un día unos bandidos escucharon la historia y se fueron a robarle. Primero buscaron el pisto en la casa pero no lo encontraron; después hicieron hoyos en el patio pero tampoco lo encontraron. Cómo la mujer nada les dijo, en venganzalos ladrones le robaron a su hijito y lo llevaron donde un brujo para que le hiciera brujería mala. El brujo convirtió al niño en Zipitio y desde entonces vive en las quebradas de los ríos.
Rufina sentía la tibia caricia del viento, y las palabras de su madre la abrazaban aunque también le daban un poco de miedo.
El Zipitio –siguió contando la madre de Rufina –parece un niño porque es chiquito,pero el Zipitio está viejo aunque tampoco parece viejo. Nadie sabe cuántos años tiene en verdad, hay quienes dicen que es más viejo que las piedras de los ríos. Trae puesto un sombrero negro de punta y alas anchas y, como no usa camisa, es fácil poder ver cómo le brilla su gran panzota lisa como el cuero de una culebra. Al verlo de frente, una cree que el Zipitio está de espaldas porque tiene laspatas al revés y neishnas, neishnas, sus uñas son gruesas y afiladas como cuchillos. Ahora me da risa recordarlo porque es chistoso verlo caminar. Es como estar viendo a alguien que camina pa’delantes cuando va pa’tras. Bueno, mi’jita –concluyo la señora mientras le tiraba maíz a los puercos, a las gallinas y a los patos que estaban alrededor de ellas-, cuando se te aparezca el Zipitio no letengas miedo.
Desde ese día, Rufina pensaba en lo que su madre le dijo acerca del Zipitio y cada mañana que iba a buscar al río a buscar agua, imaginaba que se le iba a aparecer…
Una madrugada se levantó Rufina Pérez y, como de costumbre, tomó su cántaro y se fue al río. Todo estaba oscuro y callado. Rufina vio en el cielo cómo brillaban los grandes luceros de la mañana y sonrió. A su paso, sus...