Entremés Del Juez De Los Divorcios.

Entremés del
JUEZ DE LOS DIVORCIOS.
Personajes que hablan:
* EL JUEZ: Ricardo.
* EL VEJETE: Esteban.
* MARIANA, SU MUJER: Manuela Medina.
* EL ESCRIBANO: Anderson Camilo.
* EL PROCURADOR: Duvan.
* EL SOLDADO: David.
* DOÑA DOÑA: Ángela.
* EL CIRUJANO: Santiago.
* ALDONZA DE MINJACA: Manuela Henao.
* EL GANAPAN: Jimmy.
* DOS BAILARINAS: Yuliana yDahiana.
* LA OTRA PAREJA: Norbey Y Daniela.

Sale el juez con el ESCRIBANO y el PROCURADOR. Toman sus lugares. El JUEZ hace sonar una campana y entra el VEJETE y MARINA (Mariana gritando).

MARIANA.
Ya que está sentado usted señor juez en su silla, vengo a exponerle mi caso y usted decidirá si he de seguir sometida o libre como el gavilán.

VEJETE.
Por amor de Dios Mariana habla más bajoque con esos gritos enteraras a toda la vecindad. Tienes al señor juez delante con menos ruido, le puedes presentar tus argumentos.

JUEZ.
¿Qué pelea tienen ustedes, buena gente?

MARIANA.
Señor, ¡Divorcio, divorcio, y más divorcio, y otras mil veces divorcio!

JUEZ.
¿De quién o por qué señora?

MARIANA.
De este viejo que está presente.

JUEZ.
¿Por qué?

MARIANA.
Porque nopuedo sufrir sus impertinencias, ni estar continuo atenta a curar todas sus enfermedades, que son sin número; y no me criaron a mi mis padres para ser hospitalera ni enfermera. Muy buen dote lleve a este costal de huesos, que me tiene consumidos los días de la vida; cuando entre en su poder, me relumbraba la cara como un espejo y ahora la tengo demacrada como una muerta, señor juez, le pido, medescase, sino quiere que me ahorque; mire, mire los surcos que tengo por este rostro, de las lágrimas que derramo cada día por verme casada con esta anotomía.

JUEZ.
No llore, señora; baje la voz y seque sus lágrimas, que yo haré justicia.

MARIANA.
Déjeme su señoría llorar, que con esto descanso. En los reinos y en las repúblicas bien ordenadas, había de ser limitado el tiempo de losmatrimonios, y de tres en tres años se habían de deshacer, o confirmarse de nuevo, como cosas de arrendamiento; y no que hayan de durar toda la vida, con perpetuo dolor de ambas partes.

JUEZ.
Si este arbitrio se pudiera o debiera poner en práctica, y por dineros, ya se habría hecho; pero especifique más, señora, las razones que la mueven a pedir divorcio.

MARIANA.
El invierno de mi marido y laprimavera de mi edad; el quitarme el sueño, por levantarme a media noche a calentar paños y saquillos de salvado para ponerle en la cabeza, el cuidado que tengo de ponerle de noche alta cabecera de la cama, jarabes para que no se ahogue del pecho; y el estar obligado a sufrirle el mal olor de la boca, que huele mal a tres metros de distancia.

ESCRIBANO.
Debe de ser de alguna muela podrida.VEJETE.
No puede ser, porque no tengo en la boca diente ni muela alguna.

PROCURADOR.
Pues ley hay que dice, según he oído decir, que por no solo el mal olor de la boca se puede descasar la mujer del marido, y el marido de la mujer.

VEJETE.
En verdad, señores, que le mal aliento que dice ella que tengo, no se engendra de mis podridas muelas, pues no las tengo, ni menos procede de miestómago, que esta sanísimo, sino de esa mala intención de su pecho. Mal conocen ustedes a esta señora, pues a fe que, si la conociesen, seria a ella a quien castigaran. Veinte y dos años que he vivo con ella un mártir, sin haber sido jamás confesor de sus insolencias, de sus gritos y de sus locuras, y ya va para dos años que cada día me va dando empujones hacia la sepultura; por sus gritos me tienemedio sordo, y me pelea sin razón. Si me cura, como ella dice, cúrame a regañadientes; habiendo de ser suave la mano y la condición del médico. En resolución, señores: yo soy el que muero en su poder, y ella es la que vive en el mio, porque es señora también de la haciendo que tengo.

MARIANA.
¿Hacienda suya? Y ¿qué hacienda tienes vos, que no la haya ganado con mi dote? Y son míos la...