Estados De Animo

Estados de Ánimo y el Cerebro
Durante cerca de cuatro siglos, influidos por las ideas de René Descartes (1596-1650), los filósofos y médicos consideraban que la mente estaba relacionada con el cuerpo, aunque separada del mismo. Ese modelo (a menudo llamado “dualismo” o el problema mente-cuerpo) afirmaba que la mente era “inmaterial”, que carecía de arraigo físico. Sin embargo, losneurocientíficos modernos están descubriendo abundantes pruebas de una idea con la que el propio Sigmund Freud jugueteó hace más de 100 años: que la separación de mente y cerebro es absurda. Eric Kandel, psiquiatra y neurocientífico galardonado con el Premio Nobel, declaró sin ambages en un artículo publicado en 1998, que: “todos los procesos mentales, aun los procesos psicológicos más complejos, derivan deacciones del cerebro”. 

Los neurocientíficos consideran que esa afirmación resolvió la cuestión de que la mente surge de la cooperación de miles de millones de células interconectadas que, de modo independiente, no son más inteligentes que una ameba. No obstante, es escandaloso creer que la conciencia humana pueda emerger de la inconsciencia organizada. Muchos no aceptan que las emociones, eldolor, los deseos sexuales o las creencias religiosas puedan ser el frío producto de una función cerebral. Rechazan la idea de que experiencias de tamaña riqueza puedan resumirse en elementos mecánicos o químicos. O bien, temen que las explicaciones científicas acaben por conducir a la gente a una especie de “desdén” moral que ofrece disculpa inmediata a cualquier tropiezo humano: “El cerebro meobligó”. Es real que el cerebro nos impulsa a hacer cosas, pero eso sigue siendo inconsistente con una vida significativa y la decisión moral. Hace un año, el filósofo Daniel Dennet enfatizó que desarrollar el conocimiento de la biología de la vida mental podría enriquecer nuestra capacidad para tomar decisiones, incluso en el terreno de lo moral, y mejoraría también nuestras posibilidades de sobrevivircomo especie. 

Corazón, pulmones, riñones y aparato digestivo nos mantienen vivos, pero el cerebro es el lugar donde vivimos. El cerebro es responsable de casi todo lo que nos interesa: lenguaje, creatividad, imaginación, empatía y moralidad. Es el depósito de todos nuestros sentimientos. El esfuerzo para descubrir la base biológica de estas complejas experiencias humanas dio inicio a unadisciplina relativamente nueva: la neurociencia cognitiva, que irrumpió en escena gracias, en buena medida, a décadas de adelantos en tecnologías de imágenes neurológicas que nos permiten observar directamente el funcionamiento cerebral. 

Sin embargo, todavía los libros modernos de neurociencias tienen dificultades para definir las palabras “felicidad” o “tristeza, “ira” o “amor”. Lo que no quita quelos neurocientíficos aprecien cada vez más al cerebro emocional y empiezan a estudiar con detenimiento esos estados subjetivos, antes dominio exclusivo de filósofos y poetas. Se trata de una cienciacompleja que posee un enorme potencial de mejorar la calidad de vida y por fortuna, no hace falta un doctorado para comprender sus principios básicos. 

Miedo 
El miedo es un buen punto de partidapor ser una de las emociones más estudiadas por los científicos cognitivos. Es una sensación desagradable y necesaria para la supervivencia: los humanos no habríamos sobrevivido en la espesura sin el temor. El cerebro alberga en su interior dos estructuras denominadas amígdalas, las cuales realizan la importante función de aprender y recordar lo que debe causar nos temor. 

Cada amígdala, manojode células nerviosas cuyo nombre deriva de su forma almendrada (del griego amigadle, almendra), se oculta bajo su correspondiente lóbulo temporal en ambos lados del cerebro y coordina la información de varias fuentes. Recoge impulsos del ambiente, adjudica su significación emocional y en caso necesario, precipita la respuesta adecuada. Recibe información del hipotálamo sobre la reacción del...