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El triunfo de la revolución en Rusia, en 1917, se sitúa como uno de los hechos más importantes de la Historia Contemporánea. El triunfo revolucionario en el país más grande y poblado de Europa, con 160 millones de habitantes en 1914 y una tasa de natalidad del 4,5%, resultaba impensable en las condiciones sociales, políticas y económicas de atraso en las que se encontraba, incrementadas, además,por el hecho de haberse convertido el país en el “paraíso del capitalismo”, dadas las garantías públicas que el zar concedía a los empréstitos extranjeros.
Este reducto de la autocracia europea va a experimentar en los comienzos de siglo, en el entorno de una guerra que tuvo, según expresión de Lenin, un papel de acelerador de la Historia, un proceso, de febrero a octubre de 1917, capaz deconducir a la victoria de la revolución total como resultado de la asociación de una insurrección campesina (“propia de los albores del desarrollo capitalista”) y de una revolución proletaria (“que denota la decadencia de la sociedad burguesa”, según Trostki).
El “Mundo aparte” surgido de la revolución de Octubre no se consolida hasta que, superada la etapa de Comunismo de guerra (1917-1921) ycon la decisión de renunciar a una revolución socialista mundial en pro de una auténtica vía al socialismo en un solo país (NEP), el poder soviético asume la sucesión del Imperio zarista, constituyéndose el 30 de diciembre de 1922 en Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), mediante la federación de cuatro repúblicas que se incrementarán hasta once en 1936.
La revolución mundialsocialista quedará confiada a un futuro en el que la acción de los partidos comunistas, al hilo de los nuevos procesos revolucionarios, adquirió un protagonismo conducente al triunfo y puesta en práctica de las directrices de la III Internacional.

Partiendo de una situación económica y política atrasada se comprende la extrañeza por el cambio revolucionario en un país, que, como se acaba deindicar, parecía especialmente dispuesto, aun en el juicio de K. Marx cuando piensa en la transformación socialista del mundo, para una evolución especialmente lenta, casi estancada, aneja a su naturaleza europea y asiática y al control del autócrata poder zarista de cualquier asimilación occidental.
Con una infraestructura económica antigua y una población compuesta de agricultores en un 81%, lossucesivos crecimientos demográficos no tenían otra salida que la acumulación de mano de obra en parcelas cada vez más reducidas cuyos cultivos, conforme a métodos tradicionales y técnicas agrícolas primitivas justifican rendimientos agrícolas muy bajos, ausencia prácticamente total de ganadería, escasez consiguiente de abonos y fuerte dependencia del mercado mundial.
No extrañan esta dependencia yeste retraso. La sociedad rusa anterior a la revolución, a pesar de la revolución servil de 1861, ha creado condiciones negativas a corto plazo y difíciles de superar para las explotaciones agrarias y sus recientes propietarios. La conversión del siervo en hombre libre le obliga a comprar la parcela, y la exigencia de esta compra más los impuestos pesan intensamente sobre propiedades cadavez más pequeñas. Así, cien millones de campesinos se reparten el 60% de las tierras cultivables y permanecen en una situación anquilosada gracias al “mir”, la institución tradicional que supervisa la periódica distribución de parcelas y garantiza el conservadurismo de “mujik”.
El progresivo acceso a la propiedad de la tierra no va a garantizar una mejor distribución. En los añosprecedentes a la guerra, el 65% de las familias no tiene tierras suficientes para su manutención, en contraste con las familias nobles que con sólo unas cuantas decenas de miles de familias poseen el 25% de la tierra.
En contraste con esta situación campesina, el sector industrial, gracias a la importación de capital y técnica extranjeros, concentrado en grandes fábricas, presenta un proletariado...