Ficha buso de egresados

Termina el torneo y, aunque parezca mentira, llegó ese momento. Tu equipo ganó, salió campeón y es el momento de festejar. Costó sangre, sudor y lágrimas, pero finalmente llegó el día de celebrar.
 
Te dio algún que otro disgusto, insultaste y hasta te amargaste por algunos momentos, pero nada se compara con ese momento en el que tenés ganas hasta de dormir con la camiseta que tiene los coloresy el escudo de tus amores. Y salís a festejar en caravana por las calles, cantando y uniformado con la camiseta; y todo es fiesta y alegría.

La metáfora futbolera puede servir, tal vez, para intentar explicar lo que sienten y viven los chicos del último año de la secundaria cuando visten sus buzos.

Porque no son simples buzos, sino que representan el comienzo del fin de una de sus etapasmás importantes: la escuela secundaria. Y con la misma pasión con que lo hacen los hinchas en el fútbol, los adolescentes desfilan por las calles mendocinas y por las plazas en grandes grupos, todos juntos abrazados, cantando, festejando y orgullosos de lucir “su buzo”.

Entre mayo y junio, los chicos mendocinos que ya se preparan para salir del colegio son protagonistas de un ritual que cada vezha tomado más notoriedad. Antes y después de clases (algunos incluso lo hacen durante el horario en que deberían estar cursando también) preparan toda una fiesta de presentación del buzo de promoción.
 
Los escenarios de este festejo son de lo más variados e incluyen la plaza Independencia, las plazas departamentales, el Parque Cívico y las calles y veredas céntricas (y no tan céntricas). Ensíntesis, un despliegue similar al que protagonizan los hinchas de un determinado equipo cuando salen a festejar su logro y reafirmar su sentido de pertenencia.

Ceremonia

El 21 de mayo al mediodía, los alumnos de 3° 10° del Martín Zapata tuvieron su mañana soñada: presentaron su buzo de promoción. Lo hicieron en el patio del colegio, ante la mirada de todos los estudiantes del colegio y con unabandera que cubrió gran parte de la fachada del edificio.

Pero la ceremonia tuvo toda su previa, casi tan “sagrada” como el acto en sí, que abarcó toda la mañana y gran parte de la noche anterior. “Pasamos una noche inolvidable entre todos los compañeros, nunca nos imaginamos que la íbamos a pasar tan bien. Comimos hamburguesas, menos una compañera vegetariana que comió papa con zapalloasado”, contó entre risas Mauco Guevara (17), uno de los jóvenes alumnos del Zapata que luce desde hace semanas su buzo turquesa.

“La noche se pasó demasiado rápido y a las 10 del otro día salimos a las calles con bombos, bengalas, espuma y a disfrutar de nuestro día, que era el día que estábamos esperando. Fuimos festejando por la plaza Independencia, seguimos por Patricias Mendocinas y subimos porColón, siempre cantando con mucha fiesta”, recapituló Mauco.

La peregrinación hasta el colegio, en calle Pedro Molina, no pasó para nada desapercibida. Tanto en la plaza Independencia como en el recorrido más de un transeúnte detuvo su camino para mirar y hasta sacarles fotos a los chicos que deliraban de alegría.

“Cuando llegamos a la gloriosa escuela Martín Zapata, seguimos con la previamediante unos minutos saltando y cantando. Estuvimos muy locos y felices esperando que llegase la hora de la verdadera presentación. La hicimos rodeando toda la escuela hasta que entramos con bengalas de humo y haciendo mucho ruido. Son momentos que no se olvidarán y son irrepetibles en la vida, y lo hicimos siempre respetando los horarios para no molestar a los vecinos”, aclaró el adolescente.Las sensaciones, vivencias y experiencias de este curso se repiten de manera idéntica en cada tercero. Porque todos repiten, con mayor o menor espectacularidad, el ritual y los escenarios de la previa y el after suelen ser siempre los mismos.

“Ese día llegamos con bombos, redoblantes y bengalas al colegio , además de la bandera. Hay algunos colegios donde ese día ni se quedan a clases, pero...