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Texto extraído del libro “La memoria de Abraham” de Marek Halter

Nos encontramos con Gabriel, nacido en 1418 en la ciudad de Benfeld, Alsacia. Escriba y grabador como su padre conoce a HansGensfleisch, más conocido como Gutenberg, en la ciudad de Estrasburgo con quien trabaja en la invención de la imprenta (1438), uno de los grandes hitos de la historia universal. La posibilidad de realizartiradas de múltiples ejemplares de libros facilitó el acceso de un mayor número de personas en todo el mundo al saber escrito y conllevó radicales transformaciones en todos los campos de la cultura.La imprenta de Gutenberg provocó una verdadera revolución cultural. El saber escrito dejó de ser patrimonio de una élite y se extendió a amplias capas de la población. La escritura fue sustituyendo ala tradición oral como forma privilegiada para transmitir conocimientos, a la par que las publicaciones impresas, como libros o periódicos, se generalizaron.
El siguiente fragmento nos ilustra lastensiones existentes entre nuestro protagonista, Gabriel y su padre en torno al tema.

“Gabriel tomó una de las trescientas pruebas y corrió a mostrársela a su padre. Aarón meneó la cabezalentamente de derecha a izquierda. No dudaba del éxito de Gutenberg, al contrario. Pero era eso lo que lo ponía triste.
- La escritura —dijo al cabo—, es cosa de hombre, de la mano, del ojo. Hace faltauna atención constante, paciencia, gusto. . .
- Pero padre, la reproducción es igual, está hecha por el hombre, como tú o yo. Solamente, es una escritura sin pluma, y mucho más veloz.
- Perono, Gabriel, no. Eso, justamente, no es para personas como tú o como yo.
- Pero, ¿por qué?
Gabriel hubiera deseado con toda su alma que su padre comprendiera lo que significaba hacer trescientascopias escribiendo una sola vez.
- Sabes, Gabriel, nuestro trabajo, la transcripción de los rollos de la Torá, es meléjet hakódesh, trabajo sagrado, y eso lo sabes mejor que yo, tú que has...