Hasta luego maestro

Hasta luego maestro
Hoy, estimado lector, no es un día de alegría. Hoy es un día de tristeza, ya que un grande adelantó su partida. Javier Diez Canseco, el padre, el esposo, el amigo ya no estáentre nosotros porque el sábado pasado perdió la batalla contra esa maldita enfermedad llamada cáncer. Aunque no esté físicamente, él estará siempre vivo en nuestras memorias ya que nos demostró -trassus enseñanzas- el verdadero significado de ser un gran político en el Perú.
Yo soy de las personas
que creen que el Congreso del Perú está cada día peor, por culpa de esos corruptos, que enbusca de sus beneficios personales, embarran la imagen “digna” de un congresista. “Para muestra un botón”, tenemos al “mata perros”, “la roba luz”, “la lava pies”, entre muchos otros que podría seguirmencionando pero no quiero llenar esta nota con los interminables casos que nos muestra nuestro Congreso.
Pero Javier Diez Canseco, aunque fue un socialista e izquierdista y yo sea de derecha, era unode los pocos parlamentarios que ganó mi respeto. No se hizo conocido por lamentables casos como sus colegas. Él, era símbolo de humildad y lo mostró en una entrevista que le dio a Nicolás Lucar,cuando dijo “Si yo no hubiera dejado mi vida acomodada, sería dueño de un banco”.
Exacto, él decidió empezar desde cero, sin lujos y sin ayuda de su tan acomodada familia. Cuando él era niño fue atacadopor la terrible enfermedad de la poliomielitis, la cual afectó uno de sus brazos, así como ambas piernas. Pero, él combatió la enfermedad desde pequeño por lo cual se recuperó favorablemente exceptoque su pierna izquierda quedó complicada.
Gracias a esta enfermedad él fue uno de los grandes defensores de los discapacitados. Yo especialmente le tengo un aprecio, porque él fue uno de lospreferidos clientes de mi bisabuelo Oscar, “El sastre de antaño”, no le importaba bajar al temido Callao, ni mucho menos al “peligroso” Jirón Loreto.
Cuando la sastrería estaba a punto de cerrar, aún...