Hermanas magicas

OCEANOS DE FUEGO

Hermanas Mágicas 3

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Hermanas Mágicas 3

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ARGUMENTO: Como la tercera hija de un linaje mágico, Abigail Drake ha nacido con una afinidad mística con el agua, y posee un vínculo especialmente fuerte con los delfines. Ha pasado su vida entera estudiándolos,aprendiendo de ellos, y nadando entre ellos en las aguas de su pueblo natal, Sea Haven. Hasta el día en que Abby presencia un asesinato a sangre fría en la costa y se encuentra a sí misma huyendo por su vida... justo a los brazos de Aleksandr Volstow. Él es un agente de la Interpol sobre la pista de antigüedades rusas robadas, un hombre implacable que consigue aquello que persigue... y el hombre que rompióel corazón de Abby. Pero no va a dejar que la única mujer a la que ha amado resulte herida... o se le libre de su abrazo.

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Brillantes colores; naranja, rosa y rojo se extendían por el cielo, convirtiendo el océano en una llama viviente mientras el sol se ponía sobre el mar. A veinte pies bajo la superficie del agua, Abigail Drake se quedóinmóvil, hipnotizada por la súbita y rara belleza del fuego entrando a raudales en el mar como lava fundida. Los delfines que nadaban en círculos perezosos alrededor de ella cobraron una apariencia completamente diferente con bandas de naranja brillando en el agua lanzado sombras por todas partes. Fue súbita y agudamente consciente de la caída de la noche y de estar a solo unos pocos pies de la lóbregaoscuridad que tan fácilmente ocultaba peligro. Sabía que era mejor no bucear sola. Esta era una de las cosas más estúpidas que había hecho nunca, pero había sido incapaz de resistirse cuando el día había sido tan perfecto y divisó los delfines salvajes y supo que habían venido a buscarla. Sea Haven, en el norte de la costa de California era su ciudad natal. Abigail era una de las siete hermanasnacidas de la séptima hija de la mágica familia Drake, cada una dotada de talentos únicos. Las hermanas Drake eran bien conocidas en Sea Haven, protegidas, aprecidas incluso, y este era el único lugar en el que podían relajarse y ser ellas mismas. Excepto Abigail. Solo aquí, en el mar, estaba realmente en paz. La costa del norte de California era también hogar de varias especies de delfines y ellaconocía a la mayoría de ellos, no solo de vista, sino también por sus silbidos. Un silbido era tan bueno como un nombre y la mayoría de los investigadores estaban de acuerdo en que los delfines utilizaban los nombres de los demás cuando se comunicaban. Este grupo de delfines en particular tenía un silbido para Abigail y los había oído llamarla estando de pie en la almena del capitán de la casa desu familia. Había estado lejos durante meses investigando en otros océanos lejanos, pero cuando volvió, los delfines le dieron la bienvenida a casa como siempre. Unos pocos años antes había trabajado con este grupo de delfines en particular mientras se ganaba su PHD, catalogándolos, cada contacto, cada avistamiento, prestando especial atención a la comunicación. Estaba intrigada por su lenguaje yquería ser capaz de entenderlos. Había trabajado con dos de los machos en entender algún lenguaje de signos. Con el paso de los años, cada vez que volvía a casa, los visitaba, manteniendo la relación. Aunque ninguna de sus hermanas había estado disponible para bucear con ella, la llamada de "sus" delfines había sido irresistible y había sacado su bote para unirse a ellos. La ley federal exigía unpermiso especial para nadar con delfines salvajes en los Estados Unidos y Abigail había sido lo bastante afortunada como para que le fuera concedido un permiso para investigar en la costa de California por segunda vez, pero había cuidado de mantener la discrección, sin desear atraer atención sobre la presencia de los delfines. Podían viajar cincuenta millas con facilidad y por lo normal eran...