HOJA_345

Páginas: 6 (1308 palabras) Publicado: 21 de diciembre de 2015
LA HOJA VOLANDERA
RESPONSABLE SERGIO MONTES GARCÍA

Correo electrónico sergiomontesgarcia@yahoo.com.mx
En Internet www.lahojavolandera.com.mx

BANDIDOS AMBICIOSOS: DESORDEN
IGUAL A PROGRESO
Paul J. Vanderwood
1929-2011
Paul J. Vanderwood (nació el 3 de junio
en Brooklyn, NY; murió el 3 de octubre
en San Diego, Cal.) fue un destacado estudioso de la Historia de México, asignatura que impartió pormás de 25 años en
la Universidad Estatal de San Diego. Dos
obras suyas que se refieren a la historia
de nuestro país son: Desorden y progreso. Bandidos, policías y desarrollo
mexicano (1981) y Del púlpito a la trinchera. El levantamiento religioso de
Tomochic (2003).
La década de 1857 a 1867, de continua agitación en México, produjo todo tipo de bandoleros, desde los combatientes de granenvergadura
como Rojas y Berthelin hasta cierto número de
pequeñas gavillas y de solitarios como “La Carambada”, quien vestida de hombre la emprendía
con los que pasaban por los alrededores de Querétaro. Después de robar a su víctima, esgrimía
la pistola en una mano y se descubría un pecho
con la otra. “Mira quién te despojó”, gritaba con
entusiasmo, lo que en sí era todo un ataque contra el machismo. Lostrenes de mercancía caían
en manos de los bandoleros con menos frecuencia que las diligencias de pasajeros, porque iban
bien custodiados, a veces por bandidos contratados. Las diligencias tenían también sus guardias
de seguridad, pero se sabía que no eran de confianza y a menudo estaban de acuerdo con los
bandidos del camino; o bien estos guardias cobraban a los pasajeros sus honorarios y luegose
esfumaban. De hecho apareció un sistema semejante al derecho de peaje –aunque no tan bien or-

ganizado como en España– en el que los viajeros
podían adquirir un seguro de viaje, llamado “viaje compuesto”, que los protegía de los ladrones;
o bien pagar un “viaje sencillo”, que costaba menos, y correr el riesgo. Podía comprarse un salvoconducto en Veracruz, y a veces también, una
vez que uno setopaba con el primer asaltante, se
podía comprar un pasaje con seguro para el resto
del viaje. Sin eso, el viajero corría el riesgo de
padecer despojos sucesivos en el camino hasta el
punto de destino. A menudo el último bandido
del recorrido no le quedaba mucho que robar,
por lo tanto les quitaba sus prendas de vestir a
los itinerantes. No fueron pocos los que llegaron
a sus hoteles de la ciudad deMéxico envueltos
en hojas de periódico. Y su carrerita desde la diligencia hasta el hotel no dejaba de causar sensación entre los mirones.
Los pasajeros, como el corresponsal de Times, trataban de protegerse llevando la menor
cantidad de objetos de valor, pero nada enojaba
más a un bandido que una bolsa del botín vacío.
Uno puso un aviso en la capital advirtiendo que
todo viajero detenido por élque no llevara cuando menos doce pesos sería apaleado o sufriría
otros maltratos. Una vez, los bandidos de Río
Frío, descontentos de su presa, tuvieron a un pasajero temblando de frío con sólo los calzoncillos puestos mientras discutían si lo ahorcarían
o no. El cochero les advirtió que el asesinato haría que la compañía de diligencias dejara de funcionar, y que entonces no tendrían a quiéndespojar, entonces los bandidos soltaron a su cautivo.
Los bandidos más conocidos de la época fueron los Plateados de Morelos, quienes como la
mayoría de los bandidos eran temidos por su
brutal poderío y admirados por su altivo arrojo.

Mayo 10 de 2012

Sobre todo, los respetaban en general como a un
tipo nacional mexicano: los “charros, los mejores vaqueros, con una arrogancia viril y despreocupadaque pone de relieve sus cualidades de jinetes y amantes. Ningún potro bronco se libra de
su lazo ni ninguna víctima de sus disparos. Pero
suelen tener menos suerte con las mujeres. Sin
embargo, van catrines, con aquellos sombreros
de alta copa y anchas alas, chaquetilla de tipo
bolero, de gamuza, y pantalones pegados, todo
ello adornado con entorchados bordados de plata. Los Plateados se ganaron...
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