Holaaas
-¿No se podríarodear ese bosque en lugar de atravesarlo? -preguntó Ayla al Aire.
-No -respondió el Aire en su oído derecho.
-¿Y hay cosas muy feas ahí dentro? -volvió a preguntar Ayla al Aire.
-Sí -volvió acontestar el Aire en su oído izquierdo.
-No me vas a contar nada más, ¿verdad? -dijo Ayla un poco molesta.
-Verdad -respondió el Aire revolviendo el pelo de Ayla y dando por concluida laconversación.
El bosque se encontraba ya a pocos metros y cada vez que Ayla pensaba en la clase de monstruos y bestias que podía encontrar en aquel lugar tan oscuro y frío, le flojeaban las piernas. Elmiedo quiso obligarla a correr en sentido contrario pero, antes de que tuviera tiempo de conseguirlo, Ayla se encontró rodeada por los enormes y centenarios árboles del tenebroso bosque.
La niña seobligó a ir con cuidado, a vigilar cada sombra, a sospechar de cada ruido, aunque lo que de verdad le apetecía era hacer caso al miedo y salir corriendo a la máxima velocidad que pudieran sus piernas.Cualquier pequeño crujido la hacía saltar y cualquier minúsculo movimiento la hacía detenerse con el corazón a punto de escapar por su garganta.
De improviso algo pasó a toda velocidad junto a Ayla.Ese mismo algo, sin detenerse, le tocó el brazo y ese mismo, mismísimo algo, emitió un sonido parecido a: “¡Tuuuuvaaaashhhhh!”, o algo por el estilo. Ayla se giró en la dirección hacia la que la cosahabía corrido pero no vio nada. El silencio y la quietud volvieron al bosque y Ayla siguió su camino con más cautela que antes.
Y entonces volvió a ocurrir: la misteriosa sombra pasó a su lado tanvelozmente que lo único que pudo ver fue un montón de hojas que volaban en todas direcciones, y la misma voz de antes volvió a lanzar aquel extraño: “¡Tuuuuvaaaaaaaaaashhhhh!”. Volvió Ayla a...
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