iberoamericana

Continuación, no inauguración

La literatura de Hispanoamérica no comienza en los dos primeros decenios de 1800, nace con el mismo descubrimiento. Desde el momento de Guanahani, desde que Cristóbal Colon confió al papel sus primeras impresiones ante la nueva maravilla, describiendo como los indios que se acercaban a su nave Lo americano nace, con el mismo nuevo continente.
Hispanoaméricaposee sus clásicos, a la par de los clásicos españoles. Pedro Henríquez Ureña decía: Las letras hispanoamericanas no comienzan en los días de la independencia. Así lo entienden quienes desde hace años emprendieron su historia, como muestra las dos últimas salidas a la luz; la de Anderson Imbert (México, 1954), y la de Charles V. Aubrun (Paris, 1954) ambas comienzan donde deben comenzar: Con losprimeros cronistas e historiadores de Indias.
No entremos ahora en la equivoca cuestión de las nacionalidades, sobre todo a autores anteriores al siglo XIX; a los siglos en que tales nacionalidades no existían.
Si la literatura hispanoamericana se incorpora al segundo de ellos, que había nacido en España, la literatura española no tiene porque dejar de considerar como suyo a Ruiz de Alarcón, quehizo allí toda su obra. Si El Arauco domado, de Pedro de Oña, Chileno, nada tiene de americano, íntegramente americano es La Araucana, del español Ercilla, a despecho de la glorificación tan española del conquistado por el conquistador.
Españoles americanizados como lo fue Juan Del Valle Caviedes, o americanos españolizados como Olavide. Según expresan unos versos de Unamuno: Sentencia que deberíaser tan valida pronunciada en Salamanca como en cualquier lugar de la América hispanohablante: Lo mismo en Medellín de Colombia que en Medellín de Extremadura, en la Guadalajara castellana como en la Mexicana, en la Córdoba Argentina y en la andaluza… porque la identidad originaria del vehiculo no supone confusión, ni menos aun supeditación alguna; no excluye ninguna nota en la extensa gama dediferenciaciones tonales del espíritu americano.


Aparición del espíritu americano

Este espíritu, aun antes que en las letras se manifiesta ya, a raíz del descubrimiento y la conquista, en cierta modificación psicológica ante el mundo recién estrenado. De ahí la idea de Ortega y Gasset y que .
De acuerdo a lo advertido por Morton Dauwen Zabel, uno de los rasgos definidores de la literaturade los EEUU consiste en ser una derivación de la literatura europea, al mismo tiempo una resistencia a su tradición, movida por el afán de hallar un carácter propio. Hay una diferencia profunda: En la América ánglica la pugna a sido superada al reconocerla y digerirla eliminando toda toxina hostil. Observa Phillip Rhaw que América no tiene un pasado orgánico; solo ambiguas memorias de europeasderivaciones. No tiene “prehistoria”. Ello determina que todas las especulaciones sobre la búsqueda de Norteamérica, se revistan del aura de una aventura espiritual o de una misma pesquisa.
Punto en el que vuelve a encontrarse con la América Hispánica, sin que por ello deje de persistir la divergencia histórica, esto es la ausencia de un “pasado americano” de ahí la diferente dimensión que alcanzael tiempo en uno y otros lugares de la América Hispánica y la consiguiente divergencia de perspectivas que ello supone, según veremos mas adelante.


Paréntesis sobre la tradición


José Enrique Rodó escribió: “Vano seria buscar en el espíritu ni en la forma de la literatura anterior a la emancipación una huella de originalidad americana” Existe el hecho de una tradición cultural, a medidaque consiguen libertarse del “complejo colonialista” y ensanchar su conciencia histórica, tienden a extender cada vez mas hacia atrás en el tiempo. Tan favorable ampliación puede llevarles a adjudicar valor de arquetipos a ciertas obras que, sin dejar de ser representativas, distan de formar una tradición viva; un legado aprovechable. Ander Marlaux ha escrito que la tradición cultural no consiste...