importancia de las aportaciones de Darwin

Un profe muy raro
Ese día, nuestro maestro de historia no llegó a clases.
Estábamos felices porque tendríamos una hora libre, pero justo cuando sonó la campana, apareció en el salón un nuevoprofesor.
-Todos a sus lugares- dijo.
Tenía la voz muy ronca, y había algo en él que nos pareció medio extraño. Obedecimos en silencio y nos sentamos en nuestros pupitres.
Estaba vestido todo denegro y traía una capa roja, lo cual nos pareció aún más raro. Caminaba chistoso, como si anduviera de puntas.
Se paró frente a la clase y nos miró .Sus ojos eran grandes y amarillos.
Sus pupilaseran alargadas como las de los reptiles. Tenía unas cejas muy negras y el cabello muy plano, pegado al cráneo. Su mirada se paseó por todos, y conforme hacía eso, nos íbamos sintiendo cada vez másincómodos. No nos gustaba este nuevo profesor.
-Hoy vamos a salirnos del programa- digo, con aquella voz que raspaba-.
Visitaremos, con la imaginación, un lugar muy especial.
No acababa de decir esocuando todo el salón se oscureció. Algunas niñas gritaron, y a mí se me erizaron los pelitos de la nunca.
-¡Tranquilos!- ordenó el profesor.
De pronto, ante nosotros, apareció un túnel iluminado conantorchas. Estaba húmedo y frío. El maestro nos ordenó que nos levantáramos de nuestros lugares y lo siguiéramos. Atravesamos el túnel hasta que llegamos a una enorme roca. El maestro levantó la mano y laroca se desplazó hacia un lado.
Y entonces, el frío cambió a calor. Un calor espantoso. Siguiendo al extraño profe, entramos a una inmensa caverna en cuyo centro había un hoyo muy profundo, queestaba lleno de fuego. Muchos gritos salían de él. El aire era sofocante y olía a azufre.
-Síganme-dijo el maestro-. Y cuidado con caerse, quien se caiga, morirá quemado.
Nos dimos cuenta que estábamosen una cornisa de piedra, que medía apenas como medio metro de ancho y que le daba la vuelta a la enorme caverna.
Teníamos que caminar muy pegados a la pared de roca, para no precipitarnos al...