ingles
- Por el contrario, debían haber empezado por la educación inmoral - dijo el director, abriendo la marchahacia la puerta. Los estudiantes le siguieron, garrapateando desesperadamente mientras caminaban hasta llegar al ascensor -. La educación moral, que nunca, en ningún caso, debe ser racional.
-Silencio, silencio - susurró un altavoz, cuando salieron del ascensor, en la decimocuarta planta, y silencio, silencio repetían incansables los altavoces, situados a intervalos en todos los pasillos. Losestudiantes y hasta el propio director empezaron a caminar automáticamente sobre las puntas de los pies. Sí, ellos eran Alfas, desde luego; pero también los Alfas han sido condicionados. Silencio,silencio. El aire todo de la planta decimocuarta vibraba con aquel imperativo categórico.
Unos cincuenta metros recorridos de puntillas los llevaron ante una puerta que el director abriócautelosamente. Cruzando el umbral, penetraron en la penumbra de un dormitorio cerrado. Ochenta camastros se alineaban junto a la pared. Se oía una respiración regular y ligera, y un murmullo continuo, como devoces muy débiles que susurraran a lo lejos.
En cuanto entraron, una enfermera se levantó y se cuadró ante el director.
- ¿Cuál es la lección de esta tarde? - preguntó éste.
- Durante los primeroscuarenta minutos tuvimos Sexo Elemental - contestó la enfermera -. Pero ahora hemos pasado a Conciencia de Clase Elemental.
El director paseó lentamente a lo largo de la larga hilera de literas.Sonrosados y relajados por el sueño, ochenta niños y niñas yacían, respirando suavemente. Debajo de cada almohada se oía un susurro. El D.I.C. se detuvo, e inclinándose sobre una de las camitas, escuchó...
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