Investigacion Preparatoria

LA FUNCIÓN DEL ÓRGANO POLICIAL EN LA INVESTIGACIÓN PREPARATORIA

La instauración de un nuevo modelo procesal penal (acusatorio - adversarial), que importa la asunción de las tarcas de investigación por parte del fiscal, trac consigo también las funciones que debe desarrollar el órgano policial; punto de inflexión muy importante, pues pone en el tapete la ver¬dadera democratización de lainvestigación criminal, de acuerdo a las ga¬rantías de raigambre constitucional. Dicho de otro modo: la definición de la actuación policial en la investigación sumarial (investigación preparato¬ria), significa la concreta determinación de un procedimiento inquisitivo o acusatorio, pues si esta se revela como excesiva y ausente de controles será abiertamente incompatible con los postulados del Estado deDerecho. En efecto, las reformas del modelo procesal-penal que están aconteciendo en América Latina y Europa continental importan la adecuación normativa del proceso penal a los valores que se desprenden de un orden democrá¬tico de derecho, o dicho así, supone la "constitucionalización del proceso penal"; por lo que la reforma se manifiesta también en una reformulación de las funciones policialesen la etapa de investigación sumarial, tomando como base la conducción directriz del Ministerio Público. Sin duda los mo¬delos procesales del pasado, como en Chile o el Perú, reflejan una instruc¬ción eminentemente judicializada y una investigación puramente policial, con escasa participación del fiscal (caso peruano) en cuanto a la convalida¬ción legal de la actuación policial. Por consiguiente,no puede decirse que una investigación llevada a cabo por el fiscal conduzca irremediablemente a una policialización de la investigación; todo lo contrario, una investigación (instrucción) judicial ha significado un amplio espectro de discrecionalidad policial, configurando una bisagra abierta hacia la arbitrariedad y el abuso policial, en desmedro de los derechos fundamentales.
No obstante loacotado, el modelo procesal penal acusatorio, que ha adquirido concreción en los países iberoamericanos, ha mantenido concepciones e instituciones que no se condicen con los principios garantistas del modelo anotado, pues genera una abierta contradicción cuando atribuye amplios espacios de discrecionalidad policial en el marco de la pre¬vención delictiva, es en otras palabras: la convivencia de unDerecho proce¬sal penal del ciudadano con un Derecho Procesal Penal del enemigo, cuyos contornos más que descriptivos evocan la preocupación del reformador de colmar exigencias de seguridad social y cognitiva, que emanan de los sec¬tores más duros de la sociedad y de la juridicidad; de aquellos que arrastran planteamientos ideológicos de corte inquisitivo y militarista.
Países sudamericanos comoPerú, Chile y Argentina, fueron azotados por dictaduras militaristas cuyas fuerzas de contención eran fortalecidas con la intervención omnímoda del órgano policial. Cuando la represión política utiliza los mecanismos formales del Estado (proceso penal) para eliminar al "enemigo" y, para tal fin, se confieren amplias facultades a la policía desprovista de cualquier tipo de control interno y externo.La demo¬cratización de la justicia penal empieza por limitar la actuación unilateral de la policía, reduciendo su espacio de actuación discrecional a supuestos taxativamente previsto en la ley (delito flagrante), imponiendo la figura del fiscal como garante de los derechos fundamentales; pues, como se ha pues¬to de relieve en apartados anteriores, los nuevos roles del fiscal no solo pue-den serpercibidos desde una visión persecutoria, sino desde el espectro de la legalidad que establece una función eminentemente tuitiva para con los justiciables. El fiscal no puede avalar diligencias de investigación policiales que se han llevado en afectación a derechos fundamentales; no puede co¬honestarlas sino denunciarlas; de conformidad con lo previsto en el artículo 65.4 del CPP del 2004.
El CPP...